Inocente curiosidad
Como a cualquier cachorro sobre la faz de la tierra a Gunner le encanta descubrir el mundo que lo rodea. Pero no todo lo que encuentra en su camino le causa el mismo entusiasmo y a veces... ya se sabe que la curiosidad mató al gato. Aunque aquí no tengamos ni gato ni hemos de lamentar víctimas. ?
Cuando Gunner, este cachorro de ocho meses de Golden, divisó medio limón abandonado en la sala de estar sintió unas irrefrenables ganas de... jugar con él.
¿Saborearlo? ¡Nada de eso!
¡Nada de probarlo! Probablemente, el pequeño perro ni reparara en que se trataba de algo comestible. Aunque, a buen seguro, de haberlo mordido no le habría gustado.
Él opta por jugar con él, saltar alrededor del limón y ladrar confiando en que la fruta cobrara vida. Y el resultado es un vídeo muy divertido y encantador de un cachorro adorable y su amigo cítrico.