Un cachorro vagando sin rumbo
Se llama Arturito y en las fotos parece el perro más feliz del mundo. Debe ser porque, al menos, encontró por fin manos amigas que le ayudaron a salir de la calle, donde estaba.
El verano pasado, voluntarios de la Protectora de Animales de Málaga encontraron a este podenco muy asustado y triste vagando sin rumbo por una carretera comarcal.
Los podencos se adaptan muy bien a los pisos. Suelen ser muy sociables (este, como veremos, ¡lo es!) y tienen una relación excelente con los niños. Y... si de paso prefieres que tu amigo de cuatro patas no mude apenas el pelo, el podenco ¡apenas te dará pelusas!
Sociable y nada territorial
Nada más ser recogido demostró que lo único que quería era caricias y mimos. Y, por supuesto, una casa en la que ser cuidado el resto de su vida.
Contaron desde la Protectora que se llevaba bien con perros, machos y hembras, de distinto tamaño. Jugaba con todos ellos y, además, compartía su comida y sus juguetes sin problema.
Nuevo comienzo en Málaga
¡Y llego la adopción¡ Afortunadamente, Arturito duró poco en la prote, ni siquiera un mes. Su media naranja de dos patas llegó a recogerlo el 10 de septiembre del año pasado. Es una pasada ver esta fotografía del podenquito y su padre adoptivo.