Algo tan rutinario para Lizianne como salir un rato a su jardín, se convirtió una tarde en algo extraordinario. Vio entre los arbustos a un gato negro callejero. Era muy dulce y provenía de una colonia de gatos cercana a su casa. ¿Qué pasó después?
Esta ciudadana de Quebec, en Canadá, pensó que el gato tendría hambre, así que le dio de comer y beber. Y repitió ese proceso durante semanas. El gato confiaba en ella, a Lizianne le gustaba su compañía y… ¡todos contentos!
No era un gatito con sobrepeso, sino una gata preñada
Pero la canadiense observó que el gato comenzaba a coger peso, quizá más de la cuenta. Lizianne no tardó en darse cuenta que los kilos no eran solo cosa de la comida: se trataba de una gata y estaba embarazada.
Cuando la gata tuvo a sus cachorros, en octubre de 2020, trató de alimentarlos por su cuenta. Sin embargo, parece que necesitaba ayuda y acudió a una mano amiga, la de Lizianne ❤️.
¿Cómo hizo? Trasladó a sus cinco gatos, uno a uno, al jardín de su amiga humana. Con la intención de pedirle ayuda y presentárselos, colocó a los mininos en fila.
Lizianne se puso en contacto con una asociación de animales y llegaron justo a tiempo. Todos los gatitos tenían dificultades para respirar y padecían conjuntivitis, un problema que genera incomodidades y molestias.
Mientras los gatitos recibían los mejores cuidados, la madre gata se quedó con Lizianne, quien esterilizó a la gata y… ¡la adoptó! Final feliz para la familia felina ❤️.