Era la primavera del año 2020 cuando un gato pelirrojo apareció frente a la ventana de una niña. Sin motivo alguno, el felino comenzó a arañar y a maullar como si quisiese llamar su atención.
Carlton, como más tarde se bautizó al gatito, era un 'callejero' que vagaba solo y hambriento por el mundo. Hasta que un día decidió tomar la justicia por su mano y pedir ayuda de manera desesperada.
Visita diaria
El primer día la niña que lo contemplaba tras la ventana le dio comida y bebida, y el gato volvió al día siguiente, y al siguiente... Y así pasó todas las jornadas del resto de ese año.
Para sorpresa de todos, el felino se armó de valor y entró tímidamente en la casa: parecía como si a toda costa quisiese dejar la calle y empezar una nueva vida con su familia, la que él había elegido.
¡Ayuda, por favor!
Ese día Carlton llegó a la ventana como de costumbre, pero empezó a maullar tan fuerte, estaba claro que pedía ayuda.
De hecho, el pobre gato estaba herido. La niña, con ayuda de su hermana, llamó a la organización Little Wanderers de Nueva York, quería ofrecerle un futuro mejor, pero por desgracia no podía hacerse cargo de él.
Tras ponerse en contacto con la asociación, Cartlon fue confiado al veterinario de la misma protectora. Al lado de ese señor el gatito esperó pacientemente la llegada de su nueva familia.
Recuerda: no compres, ¡adopta!
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