Cuando entras a la redacción de Wamiz, pocos metros después de cruzar el umbral de la puerta, te encuentras con los hocicos de Liam, Malinka, Elton, Boogie y Hamza a los que también homenajeamos este 21 de junio. ¡Como no íbamos a ser una oficina dogfriendly! ????. Hoy es el Pets At Work Day a nivel mundial y en este artículo te queremos hablar de los pros y contras de llevar a tu perro al trabajo. No a todo el mundo le gusta la idea... ?
Perros en el trabajo: ¿a dónde puedes llevar a tu mascota?
Por suerte, Google o Disney no son las únicas empresas del mundo del permiten el acceso de mascotas. En Wamiz nos encanta tener la compañía de nuestros amigos perrunos. Y es que, como revelaron diferentes investigaciones en su momento, que tu perro esté a tu vera en la oficina aporta muchos beneficios, tanto a ti como a tus compañeros. A saber:
1) Disminuye el estrés
Llevar a tu perro al trabajo te ayuda a sobrellevar la jornada y disminuir el nivel de ansiedad. Con solo acariciar a un perro a las personas se nos enciende el botón de relajación.
2) Aumenta tu productividad
La simple presencia de tu perro en la oficina hace que tu cerebro funcione mucho mejor. Te hace feliz tenerle ahí. Estás mejor, tu nivel de satisfacción aumenta, sonríes más y, por tontería que pueda parecer, mejora tu rendimiento en la oficina.
3) Promueve la comunicación
Tu perro no solo se va a quedar a tu vera. Los perretes son de saludar a todo el mundo, algo que hará que aumente tu buena relación entre los compañeros de trabajo. Probablemente todo comience con un “que tiempo tiene”; “es macho o hembra”. Según varios estudios, un perro es la excusa perfecta para generar conversaciones y facilitar la comunicación entre las personas.
Contras de llevar a tu perro al trabajo
Esas tres razones son las principales por las que contar con la presencia de un perro (o un gato) en la oficina es buena para nuestra salud en el trabajo. Ahora bien, hay personas a las que les puede suponer un problema. Aunque les gusten las mascotas, lo pueden ver como una distracción o les provoca cierto malestar incluso de salud. ¿Se tiene algo de esto en cuenta?
A todos los compañeros les gustará la idea... o no
Es el primer contra. Podemos caer en el error de dar por hecho que nadie la importará que llevas a tu perro al trabajo pero... ¿y si hay alguien al que no le gustan los perros? O peor, ¿que les da miedo? En este sentido, si hay personas a las que no le hace gracia tener un animal cerca, están en su pleno derecho.
Pueden sentir temor racional o irracional o sencillamente que lo vea como distracción. O incluso el quisquilloso que lo percibe como algo insalubre. En este punto es necesario trasta el tema con los superiores para ver la posible solución. No es cuestión de estar a disgusto en el trabajo.
¿Y si alguna persona tiene alergia a los perros?
Aparte de quisquillos o no, está el tema de la salud. Sí, contar con la presencia de tu perro o gato en la oficina puede ser genial, pero ¿y si hay algún compañero que resulta que tiener alergia a los perros? ¿O al pelo de animales? Lo lógico sería respetar esa dolencia y no provocar un problema.
De este punto surgen otras cuestiones que pueden implicar incluso problemas legales. ¿Estaría la empresa obligada a pagar las vacunas o intervenciones sanitarias para asegurar la salubridad del espacio de trabajo? ¿Debe revertir la política dog-friendly?
Comprendemos que no te quieras separar de tu perro casi ni un minuto al día, pero de existir alguno de estos problemas lo ideal es llegar a algún tipo de consenso. Se trata de disfrutar de la alegría que da el animal. Solo hay que ver este vídeo para corroborarlo. Con esta imagen se le quitan a uno todas las penas ❤❤❤
Guía para principiantes
