¿Eres implacable o no puedes resistirte cuando te pone ojitos? ¿Qué tipo de cuidador eres para tu perro?
Lo que necesitas saber sobre los tipos de dueños de perros: quién del núcleo familiar lo desempeña, cómo se forma y cuál es su papel en la relación con el compañero peludo.
Tipos de dueños de perros
Para entender qué significa ser el referente de un perro, primero hay que conocer el concepto de manada y la jerarquía dentro de ella.
En la cima de esta estructura se encuentra el líder, un referente en quien los demás confían y toman como ejemplo en momentos clave.
La jerarquía de la que hablamos se da entre perros dentro de su propio grupo. Sin embargo, cuando un perro nace y crece en una familia, esta estructura también debe establecerse entre él y su referente humano.
5 tipos de dueños de perros: ¿cuál te representa más? 🐕👨👩👧👦
- El estricto: siempre establece reglas claras y espera que su perro las siga al pie de la letra. La disciplina es clave en su relación con su compañero.
- El consentidor: tiende a ser más flexible y permisivo, dejando que su perro se salte algunas reglas a cambio de mimos y cariño.
- El protector: se preocupa profundamente por la seguridad y el bienestar de su perro, ofreciéndole una vida cómoda y libre de riesgos.
- El juguetón: ve a su perro como un compañero de juegos constante. Disfruta de las actividades al aire libre y siempre busca formas de divertirse juntos.
- El educador: se toma el tiempo para entrenar a su perro, enseñándole comandos y trucos, buscando siempre mejorar su comportamiento mediante refuerzos positivos.
¿El perro elige a su dueño?
Para el animal, el líder de su núcleo es alguien que entiende y respeta su lenguaje, pero que también sabe marcar límites de manera firme, clara y, por supuesto, sin recurrir nunca a la violencia.
Su papel es el de guía: educa, cuida y, al mismo tiempo, comprende y da cariño a su compañero de cuatro patas.
Tipos de relaciones entre el perro y su cuidador
Para que un perro reconozca a una persona como su referente, es fundamental una comunicación clara y equilibrada. Algunas claves para una relación exitosa son:
- El humano debe comprender el lenguaje del perro y, a su vez, expresarse de manera que él pueda entender, utilizando gestos y tonos adecuados que refuercen la educación.
- El refuerzo positivo es clave en este proceso: premiar al animal cuando se comporta bien (no necesariamente con un premio, también con caricias y halagos) y simplemente ignorando las conductas no deseadas ayuda a reforzar los buenos hábitos.
Es importante recordar que estas son pautas generales para el adiestramiento en casa. Si notas problemas de agresividad o desobediencia, lo mejor es consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento canino.
Qué hacer si mi perro me gruñe
Esta es una señal de alerta que no debe ignorarse.
Si tu cachorro te gruñe de forma recurrente, lo mejor es consultar con un especialista, que podrá evaluar la situación y, si es necesario, recomendar la ayuda de un adiestrador para corregir el problema y restablecer una convivencia armoniosa.
Mi perro no me hace caso
La desobediencia en perros es un indicador de que el perro no reconoce a su humano como su referente.
Por ello, es importante enseñarle reglas claras sin recurrir al castigo, para lo cual puede ser de ayuda el asesoramiento de un profesional en comportamiento canino.
¿Los perros se parecen a sus dueños?
Se dice que los perros se parecen a sus cuidadores, pero ¿hay pruebas científicas de ello? Lo cierto es que podría haber una explicación para este curioso fenómeno.
Este parecido entre perro y humano podría deberse a la llamada "ley de atracción" en su sentido más psicológico, según la cual lo similar atrae a lo similar.
Esto explicaría por qué hay personas tienden a elegir compañeros —incluidos los perros— que reflejan ciertos aspectos de su personalidad o apariencia.
Conclusión
Es importante recordar que, en cualquiera de estos 5 tipos de dueños de perros, no se deben llevar estos roles al extremo.
Si solo nos ve como un compañero de juegos, por ejemplo, es probable que no asumamos el rol de líder en la relación, lo que puede dificultar tanto el trato como el día a día con el animal.