En Wamiz somos unos afortunados: nada más entrar en la redacción te reciben los hocicos de Liam, Malinka, Elton, Boogie y Hamza. Normal que celebremos cada 21 de junio el Pets At Work Day.
Pero más allá del encanto de tener a tu perro a tu vera… ¿realmente hay beneficios de perros en el trabajo? ¿Todas las empresas pueden permitírselo?
Vamos a ver lo mejor —y lo peor— de llevar a tu perro al trabajo.
Beneficios de perros en el trabajo: por qué mejoran el ambiente laboral
Aunque la tendencia dog-friendly crece cada año —Google, Amazon, puras multinacionales…—, no se trata solo de moda. Varias investigaciones demuestran que compartir la oficina con tu perro tiene un impacto directo en tu bienestar, tu productividad y tu relación con el equipo.
1. Reducen el estrés
Acariciar a un perro activa el botón de relajación: baja el cortisol, regula la respiración y te hace sentir más tranquilo. Tener a tu perro cerca convierte un día difícil en un día llevadero.
2. Aumentan la productividad
Un perro en la oficina mejora el ánimo, reduce la tensión y te anima a hacer pequeñas pausas que, paradójicamente, ayudan a rendir más. Estás de mejor humor, sonríes más y tu mente funciona con más claridad.
3. Favorecen la comunicación entre compañeros
Los perros son imanes sociales. Un simple "¿cómo se llama?" rompe el hielo. Varias investigaciones concluyen que la presencia de animales facilita la interacción y crea un ambiente más abierto y cooperativo.
Los inconvenientes reales de llevar a tu perro al trabajo
¿Todo es perfecto? Pues no. Aunque la idea es fantástica para muchas personas, también puede generar tensiones, incomodidad o problemas de salud. Por eso es importante que una oficina dog-friendly tenga normas claras.
1. No a todo el mundo le gustan los perros
Es el gran punto ciego. Damos por hecho que nadie tendrá problema con nuestro perro… hasta que lo tiene. Puede ser miedo, un mal recuerdo, incomodidad o simplemente que esa persona no quiere un perro cerca. Y está en su derecho.
2. Riesgo de distracción
No todos los perros tienen "modo oficina". Hay quienes piden atención, ladran, reclaman juego o no saben quedarse tranquilos. Para algunas personas puede ser caótico o interrumpir su concentración.
3. Alergias y problemas de salud
Este punto sí es delicado. Si un compañero tiene alergia al pelo de animales, el conflicto está servido. Y aquí entra lo legal:
¿Debe la empresa adaptar el espacio?
¿Puede exigir límites al acceso de animales?
¿Es necesario revisar vacunas o desparasitación?
¿Puede tu empresa ser dog-friendly sin problemas?
Si tu oficina está pensando en abrir sus puertas a los perros, estos son los básicos:
Perros sociables y equilibrados.
Cartilla veterinaria al día.
Zonas delimitadas para descansar.
Respeto absoluto hacia quien no quiera animales cerca.
Por qué compartir la oficina con tu perro es un regalo
Ver a un perro pasearse entre mesas, levantar el ánimo en un mal día o pedir mimos en mitad de una reunión tiene algo mágico. Los animales tienen esa capacidad de suavizar el estrés y recordarnos que la vida laboral también puede ser amable.
Y si no, basta mirar un vídeo tierno de perros en la oficina para que se te quiten las penas.
Guía para principiantes
