Cambio de estación y es posible que te preguntes si afecta el otoño a perros. Aunque la llegada del otoño arranque hacia finales de septiembre, es en noviembre cuando más lo perciben los perros.
Parásitos estacionales, si tu perro tiene alergia, si notas algún tipo de irritación, problemas articulares... En noviembre hay varios ingredientes que pueden causar la aparición de algunas de estas cosas o acentuarlas. Descubre los cuidados necesarios en noviembre para tu perro.
Cómo afecta el otoño a mi perro
Apenas hace una semana que el reloj se adelantaba una hora y España entraba en horario de invierno. Es decir, hay menos horas de luz. En el último par de semanas es cuando se está notando la llegada del frío y la bajada de las temperaturas.
Igual que las personas percibimos esos cambios en nuestros cuerpos y en la rutina del día a día, los perros también, tanto en su estado de ánimo como en su pelaje con la clásica muda de pelo del otoño, por ejemplo.
Cómo proteger a mi perro en noviembre
Muda de pelo
La muda de pelo de los perros en otoño es un proceso natural que ayuda al perro a protegerse del frío y hacer frente a las bajas temperaturas. "Es para acondicionar el pelaje a los cambios de temperatura y al nuevo clima, ya que el pelo les sirve a los perros para protegerse de las bajas temperaturas ", explica Ana Martínez, veterinaria en el Centro Albayda.
Aquí el cepillado de su pelaje muy importante, para ayudarle a eliminar ese pelo muerto; como lo es desparasitarlo y cuidar su alimentación, clave para que la salud del perro no se resienta en este periodo de cambios hacia el invierno.
Cómo cuidar las almohadillas de los perros
Ahora los suelos están cubiertos de hojas y ramas. Después de cada paseo por el parque o por el monte, es importante revisar las patas del perro para eliminar cualquier resto de follaje presente en sus almohadillas que puede llegar a causarle heridas y cortes.
Pulgas, garrapatas y ácaros, ¡también hay en otoño!
La caída de las hojas y el denso follaje en el suelo hace que pulgas y garrapatas sigan presentes en esta estación. Es importante proteger al perro con un collar antiparásitos, así como aplicarle su pipeta mensual. Revisa su pelaje al regresar del parque o del campo.
Además, existe la posibilidad de que los ácaros, como el de la hierba del otoño, ataquen a los perros. Las larvas de los ácaros asaltan principalmente a la fina piel presente entre los dedos del perro.
Limpiar las patas del perro después de pasar un día en plena naturaleza, ayuda a luchar contra los ácaros. En el caso de que veas que el animal no para de lamer sus patas y aparecen manchas anaranjadas, podría tratarse de una infección causada por los ácaros. Acude a tu veterinario.
Menos horas de luz en noviembre
En noviembre, los días son cada vez más cortos y hay menos horas de sol. Es decir, los últimos paseos del día serán, inevitablemente, de noche. Si vais al campo al caer el sol, recuerda usar un collar luminoso para no perder a tu perro de vista.
Asimismo, los días oscuros y la bajada de las temperaturas incitan (a los humanos) a salir menos de casa sacrificando los momentos de ejercicio, juegos y paseos al aire libre. Dos cosas importantes para evitar caer en que el animal aumente de peso:
- Procura aprovechar las horas del día previas al atardecer. En otoño los perros disfrutan mucho de los diferentes olores de la naturaleza.
- De esta forma no pasará en casa tantas horas parado y así no hay que estar tan pendiente de la báscula y de la alimentación del perro para no caer en el sobrepeso.
Frutas y verduras de noviembre para perros
Al igual que en octubre, la cosecha sigue siendo rica en frutos rojos, manzanas, peras y nueces. Las patatas y otras hortalizas de raíz como las zanahorias, las remolachas, los champiñones y, por supuesto, la calabaza son las protagonistas del otoño.
En noviembre también están madurando distintos tipos de coles que pueden afectar a la salud del perro. Te mostramos lo que tu perro puede comer en noviembre y lo que definitivamente no está permitido.
Remolacha
La remolacha tiene un sabor muy agradable para los perros y aporta numerosas vitaminas y minerales que tienen un efecto positivo en la salud del animal. Asegura una piel sana, un pelaje brillante y un sistema inmunitario fuerte.
Esta hortaliza de raíz roja también es baja en calorías y está compuesta por casi un 90% de agua, lo que la hace adecuada para las mascotas con sobrepeso.
Col rizada o de Milán
La col rizada es muy popular en la cocina durante los meses de otoño e invierno. Esta verdura, rica en vitaminas, aporta a los perros muchos nutrientes saludables, sobre todo vitamina C. También contiene minerales como el magnesio, el sodio, el potasio y el calcio.
La col rizada cocida puede darse a los perros. Sin embargo, un exceso de esta verdura puede provocar efectos secundarios como flatulencias.
Uvas
Los perros no deben comer uvas bajo ninguna circunstancia. Esto se aplica a todas las variedades y tipos, ya sean verdes, rojas, blancas, azules, secas o sin semillas. Su consumo provoca síntomas desagradables e incluso unos diez gramos de esta fruta por cada diez kilos de peso corporal pueden ser mortales.
Nueces de macadamia
Las nueces de macadamia son tóxicas para perros. Hay que mantener este alimento fuera del alcance de los canes porque 2 gramos de nueces de macadamia por kilo de peso corporal provocan síntomas de envenenamiento (para un perro de 15 kilos, esto corresponde a unas 4 nueces), según los expertos consultados por Wamiz Alemania.
Reacciones alérgicas, ataques epilépticos o intoxicación alimentaria son algunos de los síntomas que puede desarrollar el animal si ingiere este tipo de nueces.
Nueces
Por otra parte, una pequeña cantidad de nueces es tolerada por los perros y les ayudará a mantenerse en forma puesto que son ricas en vitamina C y contienen grasas buenas, algo que tiene un efecto positivo sobre el metabolismo y todo el sistema cardiovascular.
Además, su consumo alivia la inflamación y refuerza el sistema inmunitario.
Chocolate
El chocolate se encuentra en casi todos los hogares y puede ocurrir que el perro mordisquee algo en secreto. Sin embargo, este dulce contiene teobromina, una sustancia tóxica para los perros, y el azúcar y la leche tampoco son buenos para ellos.
El perro, como tiene un metabolismo distinto al de los humanos, no puede digerir bien el chocolate. Al mismo tiempo, la teobromina provoca síntomas graves en el organismo y puede provocar la muerte, por lo que hay que consultar al veterinario si el animal ingiere este alimento.