Dice el refrán que ''Por todos los Santos, frío en los campos'' y parece que esto se traduce en nuestra rutina diaria y en los hábitos de los perros. El mes de noviembre lleva intrínseca la bajada de las temperaturas, menos horas de luz y acogedoras tardes en casa con una taza de café en la mano. Hábitos que, en mayor o menor medida, pueden suponer un peligro para los perros.
Peligros a los que se enfrentan los perros en noviembre
Cómo cuidar las almohadillas de los perros
El asfalto caliente ha quedado atrás y ha dado paso a suelos cubiertos de hojas, ramas y espinas. Por lo tanto y después de cada paseo por el parque o por el bosque, es importante revisar las patas del perro con el objetivo de eliminar cualquier resto de follaje presente en sus almohadillas que puede llegar a causarle heridas y cortes.
Muda de pelo
La muda de pelo de los perros en otoño es un proceso natural que ayuda al perro a protegerse del frío y hacer frente a las bajas temperaturas. “Esta muda de pelo sería para acondicionar el pelaje a los cambios de temperatura y a nuestro clima ya que el pelo les sirve a los perros para protegerse de las bajas temperaturas”, explica Ana Martínez del Centro Veterinario Albayda.
La duración del cambio de pelo varía entre uno y dos meses en función del clima, el tipo de pelaje del animal y el hábitat en el que vive.
Asimismo, cepillar al perro durante la muda, desparasitarlo y cuidar su alimentación es clave para que la salud del can no se resienta en este periodo de cambio.

Ropa para perros
No todos los perros tienen el mismo pelaje y, por lo tanto; no todos se protegerán del frío de la misma forma. Especialmente los canes mayores y/o enfermos que podrán llegar a necesitar un abrigo o jersey que les proteja de las temperaturas de noviembre en adelante.
Aunque no serán los únicos. Ejemplares de pelo corto sin subpelo, como galgos o weimaraners, podrán mantenerse calentitos de esta forma.
Eso sí, no compres ropa al azar. Es importante que se ajuste bien al cuerpo del animal y no lo oprima. Además, el animal debe sentirse cómodo con ella y siempre hay que vestirlo desde el respeto. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con el veterinario.
Pulgas, garrapatas y ácaros, ¡presentes en otoño!
El fin del verano no significa el final de las pulgas y garrapatas debido a que en otoño existe un peligro aún mayor debido a la caída de las hojas y al denso follaje en el suelo. Por lo tanto, es imprescindible tener a mano un par de pinzas para eliminar garrapatas, darle el tratamiento adecuado a su perro para luchar contra los parásitos y revisar el pelaje del animal tras cada paseo por el parque o el bosque.
Además, existe la posibilidad de que los ácaros, como el de la hierba del otoño, ataquen a los canes. Las larvas de los ácaros asaltan principalmente a la fina piel presente entre los dedos del perro causándoles problemas.
Lavar las patas del perro después de pasar un día en plena naturaleza ayuda a luchar contra los ácaros. No obstante, si el animal no cesa de roer sus patas y aparecen en ellas manchas anaranjadas podría tratarse de una infección causada por los ácaros. En ese caso, se debe acudir a un especialista.
Menos horas de luz
Entrado noviembre, los días son cada vez más cortos y las horas de sol diarias son menores. Por lo tanto, sería ideal evitar pasear al perro en la oscuridad aunque, en la mayoría de los casos, es algo inevitable. Por lo tanto y para librarse de contratiempos, el animal debe ir siempre con su correa sobre todo en lugares con tráfico o zonas sin iluminación, como bosques y campos, por su propia seguridad.
Asimismo, los días oscuros y la bajada de las temperaturas incitan a salir menos de casa sacrificando las jornadas de ejercicio, juegos y paseos al aire libre. Este cambio de rutina puede incrementar el peso del animal. Hay que prestar atención a la báscula y a la alimentación del perro para eludir el sobrepeso.
Productos tóxicos
El anticongelante es un producto químico muy peligroso para los perros que puede llegar a filtrarse del radiador de los coches y terminar sobre la carretera, la acera o el suelo del garaje.
Ingerir el etilenglicol que contiene el anticongelante puede causar danos renales graves y causarle la muerte al perro que lo ingiera. El primer signo de envenenamiento puede ser que el perro parezca borracho. En caso de ingestión, hay que ir al veterinario.
Frutas y verduras de noviembre para perros
Al igual que en octubre, la cosecha sigue siendo rica en frutos rojos, manzanas, peras y nueces. Las patatas y otras hortalizas de raíz como las zanahorias, las remolachas, los champiñones y, por supuesto, la calabaza son las protagonistas del otoño.
En noviembre también están madurando distintos tipos de coles (Milán, blanca y roja, entre otras) que pueden afectar a la salud del perro.
Te mostramos lo que tu perro puede comer en noviembre y lo que definitivamente no está permitido. 👇👇
Nueces de macadamia
Las nueces de macadamia son tóxicas para perros. Hay que mantener este alimento fuera del alcance de los canes porque 2 gramos de nueces de macadamia por kilo de peso corporal provocan síntomas de envenenamiento (para un perro de 15 kilos, esto corresponde a unas 4 nueces), según los expertos consultados por Wamiz Alemania.
Reacciones alérgicas, ataques epilépticos o intoxicación alimentaria son algunos de los síntomas que puede desarrollar el animal si ingiere este tipo de nueces.
Nueces
Por otra parte, una pequeña cantidad de nueces es tolerada por los perros y les ayudará a mantenerse en forma puesto que son ricas en vitamina C y contienen grasas buenas, algo que tiene un efecto positivo sobre el metabolismo y todo el sistema cardiovascular.
Además, su consumo alivia la inflamación y refuerza el sistema inmunitario.

Remolacha
La remolacha tiene un sabor muy agradable para los perros y aporta numerosas vitaminas y minerales que tienen un efecto positivo en la salud del animal. Asegura una piel sana, un pelaje brillante y un sistema inmunitario fuerte.
Esta hortaliza de raíz roja también es baja en calorías y está compuesta por casi un 90% de agua, lo que la hace adecuada para las mascotas con sobrepeso.
Uvas
Los perros no deben comer uvas bajo ninguna circunstancia. Esto se aplica a todas las variedades y tipos, ya sean verdes, rojas, blancas, azules, secas o sin semillas. Su consumo provoca síntomas desagradables e incluso unos diez gramos de esta fruta por cada diez kilos de peso corporal pueden ser mortales.
Chocolate
El chocolate se encuentra en casi todos los hogares y puede ocurrir que el perro mordisquee algo en secreto. Sin embargo, este dulce contiene teobromina, una sustancia tóxica para los perros, y el azúcar y la leche tampoco son buenos para ellos.
El perro, como tiene un metabolismo distinto al de los humanos, no puede digerir bien el chocolate. Al mismo tiempo, la teobromina provoca síntomas graves en el organismo y puede provocar la muerte, por lo que hay que consultar al veterinario si el animal ingiere este alimento.
Col rizada o de Milán
La col rizada es muy popular en la cocina durante los meses de otoño e invierno. Esta verdura, rica en vitaminas, aporta a los perros muchos nutrientes saludables, sobre todo vitamina C. También contiene minerales como el magnesio, el sodio, el potasio y el calcio.
La col rizada cocida puede darse a los perros. Sin embargo, un exceso de esta verdura puede provocar efectos secundarios como flatulencias.
Otros tipos de coles
La col es la verdura de invierno por excelencia, ya sea la col verde, la lombarda, las coles de Bruselas o la col blanca. Las numerosas vitaminas y minerales que contiene son muy saludables para el perro porque cuenta antioxidantes que refuerzan el sistema inmunitario del animal.
Pero es importante que los perro coman col en pequeñas cantidades, puesto que casi todos los tipos de esta verdura provocan hinchazón y dolores de estómago si se comen en exceso, y siempre cocida.