Las primeras pistas
Si tu perra no está esterilizada, ha pasado recientemente el celo y ha tenido contacto con macho… entonces es lógico que estés leyendo estas líneas porque es más que posible que las dudas no te dejen dormir.
Una de las pistas más tempranas que podrían darnos señales de un embarazo es observar sus tetillas. Mejor dicho, mirar si estas han cambiado de color y ahora presentan una tonalidad mucho más rosada de lo habitual. Si además comprobamos que están más protuberantes, más hinchadas, entonces el diagnóstico tiene poco margen de error. Pero, ojo, este cambio fisiológico nunca se produce antes de las 2 o 3 primeras semanas de la concepción.
Más tiempo tiene que pasar para que los síntomas sean apreciables en un solo golpe de vista. Su cintura comenzará a ensancharse y su panza se verá más gorda a partir del segundo mes de embarazo.
Es normal que durante las primeras semanas se produzcan descargas vaginales que expulsan un líquido de tonalidad rosa o transparente. Esa secreción gelatinosa tiene su razón de ser para generar en el organismo un tapón de mucosa que protegerá a los cachorros durante el embarazo.
También, aunque no en todos los casos, es posible que nuestra amiga esté algo más apagada o incluso que pierda el apetito, que recuperará con fuerza en la última etapa de la gestación.
Lo que nunca falla
Si nos lo podemos permitir lo mejor es que salgamos de dudas y sepamos cuanto antes y con certeza ante qué situación estamos. Para ello se impone la visita al veterinario.
El especialista tiene a su alcance varias pruebas infalibles. A partir de la tercera semana una ecografía puede decirnos si hay embarazo o no. La auscultación, a partir de las cuatro semanas, nos permitirá escuchar ya los latidos del corazón de los cachorros. La prueba de rayos X (nunca antes del mes y medio) y el análisis de sangre (que buscará la presencia de sustancias como la relaxina) son otras pruebas que diagnosticarán si nuestra amiga está o no preñada.
Y si estás preguntándote si existe para los animales algo parecido al test de embarazo de las mamás humanas la respuesta es sí. A partir del día 21 algunos veterinarios disponen de un test de embarazo canino que mide los niveles hormonales.
¿Cuándo son fértiles?
La respuesta a esta pregunta es simple: Cada vez que la perra está en celo, lo que viene a suceder dos veces al año, en periodos que van entre los seis y los ocho meses, dependiendo del tamaño y de la raza. Durante el celo no solo se puede quedar embarazada, también podría tener peleas con machos si ella percibe que no está preparada para quedarse preñada y un perro macho se muestra insistente.
Ten en cuenta que la gestación es un proceso costoso económicamente y difícil para el animal. Y piensa también en la cantidad de animales de todas las razas, tamaños y edades que esperan un hogar en los refugios. Por eso, la mejor opción para evitar controversias es esterilizar a tu amiga.
Reproducción y gestación de los perros
