Lancashire heeler
Otros nombres : Ormskirk Heeler, Heeler
El Lancashire heeler es una pequeña raza de perro originaria del Reino Unido, criada principalmente como perro de pastoreo. A pesar de su pequeño tamaño, destaca por su energía, inteligencia y carácter afectuoso, aunque conserva un instinto protector que lo convierte en un buen perro guardián. Es un perro inteligente que disfruta de la compañía de los humanos, a los que le encanta complacer.
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Esperanza de vida |
El Lancashire heeler tiene una esperanza de vida de entre 12 y 15 años |
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Carácter |
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Tamaño |
Pequeño
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Talla adulto |
Perra
Entre 23 y 28 cm
Perro
Entre 25 y 30 cm
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Peso adulto |
Perra
Entre 3 y 6 kg
Perro
Entre 5 y 6 kg
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Color del pelaje
Negro y fuego o marrón hígado y fuego con pigmentos en el resto del pelaje. |
Negro
Marrón
Rojo
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Tipo de pelaje
El subpelo está completamente cubierto por una capa superior plana, dura, espesa, corta y resistente al mal tiempo. |
Corto
Duro
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Color de ojos
Generalmente almendrados, de tamaño mediano y color oscuro, excepto en ejemplares de color marrón hígado, que pueden tener unos ojos más claros que combinen con el color de su pelaje. |
Marrón
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Precio de compra |
Un Lancashire heeler puede costar entre 1650€ y 2300€ |
El Lancashire heeler destaca en actividades como agilidad, flyball (juego en el que una caja mecánica lanza una pelota para que un perro la atrape) y eventos de manada.
Más detalles sobre la raza Lancashire heeler
Origine du Lancashire Heeler
El Lancashire heeler tiene su origen en el Reino Unido, específicamente en la región del mismo nombre, situada en Inglaterra. Esta raza se desarrolló en el siglo XVII para asistir a los agricultores en el manejo de ganado a largas distancias y en el control de plagas.
Descendiente de cruces de corgi galés y perros terriers, el Lancashire heeler combina la agilidad de los terriers con las habilidades de pastoreo de los corgis. Con el tiempo, se ha convertido en un perro versátil, valorado tanto por su trabajo con el ganado como por su adaptabilidad para realizar diversas tareas agrícolas.
Actualmente, esta raza está provisionalmente reconocida por la FCI.
Grupo y sección provisional de la FCI de la raza Lancashire heeler
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Grupo 1 - Perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos)
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Sección 2: Perros boyeros (excepto perros boyeros suizos)
Carácter de la raza Lancashire heeler
Los Lancashire heelers destacan por su naturaleza tierna y cariñosa, mostrando un apego especial hacia su familia.
Poseen un carácter vivaz y enérgico. Disfruta de actividades divertidas y juegos estimulantes que desafían tanto su agilidad como su inteligencia. Su lado juguetón los convierte en excelentes compañeros para familias.
Requieren ejercicio diario y disfrutan jugando, lo que puede hacerlos bastante enérgicos e incluso inquietos en algunas ocasiones.
Son perros inteligentes que aprenden rápido, lo que los hace muy receptivos al adiestramiento. Esto les permite participar en diversos deportes caninos y enfrentarse a retos físicos con entusiasmo.
El Lancashire heeler puede conservar un fuerte instinto de caza. De hecho, tradicionalmente, esta raza se utilizaba para arrear ganado y controlar plagas en las granjas.
Es una raza protectora por naturaleza, que puede ladrar o mostrarse a la defensiva frente a desconocidos, cualidad que lo convierte en un buen perro guardián.
Aunque tiende a ser afectuoso, el Lancashire heeler también puede mostrarse independiente, especialmente cuando entran en juego sus instintos de caza.
Comportamiento de la raza Lancashire heeler
El Lancashire heeler es una raza muy sociable, criada para trabajar con los humanos. Prosperan en entornos donde pueden interactuar regularmente con su familia y no les gusta quedarse solos durante largos períodos.
Conocidos por su inteligencia, responden de manera positiva a métodos de refuerzo positivo y aprenden rápidamente.
Como perro pastor, el Lancashire heeler está naturalmente en alerta y tiende a ladrar con frecuencia, especialmente cuando está nervioso o en presencia de extraños.
Su instinto de caza puede llevarlo a perseguir animales pequeños, lo que aumenta el riesgo de que se aleje de casa si no se controla.
Esta raza es muy enérgica y requiere actividad física regular. La falta de ejercicio puede causarle aburrimiento, lo que podría derivar en comportamientos destructivos, como masticar objetos o cavar.
Al igual que muchos perros, pueden mostrar un gran interés por la comida, especialmente si están acostumbrados a recibir golosinas o sobras de las comidas.
Su instinto protector hacia su familia y su territorio, combinado con su desconfianza natural hacia los extraños, lo convierte en un excelente perro guardián.
Siempre está atento y dispuesto a alertar a su familia ante cualquier presencia inusual.
Educación de un Lancashire heeler
El Lancashire heeler responde de forma eficaz a métodos de adiestramiento basados en el refuerzo positivo, como elogios y recompensas. Esto facilita tanto la enseñanza de órdenes básicas como de comportamientos más complejos. Sin embargo, es importante tener paciencia durante el proceso, ya que esta raza puede mostrar cierta terquedad.
Dado que tiende a desconfiar de los extraños, es crucial socializarlo desde una edad temprana. Esto le ayudará a adaptarse a diversas situaciones y personas. Las clases de obediencia y las interacciones frecuentes con otros animales y personas son altamente recomendables para asegurar una integración social adecuada.
El Lancashire heeler necesita ejercicio diario para mantenerse feliz y saludable. Además de los paseos y juegos activos, es fundamental que realice actividades que estimulen su mente, como juguetes interactivos. Esta combinación de actividad física y mental es esencial para prevenir problemas de conducta asociados con el aburrimiento.
Estilo de vida del Lancashire heeler
Es una raza que requiere actividad física regular y variada para mantenerse saludable y feliz.
Compatibilidad racial Lancashire heeler
Dado su origen como perro pastor, conserva un fuerte instinto de persecución, lo que puede llevarlo a perseguir gatos u otros animales pequeños si no ha sido socializado adecuadamente.
La socialización temprana es clave para que el Lancashire heeler interactúe bien con otros perros, lo que le ayuda a desarrollar las relaciones con otros ejemplares y reduce el riesgo de territorialidad o agresividad.
Esta raza suele llevarse bien con los niños, especialmente con aquellos que saben respetar su espacio e interactuar adecuadamente. Su carácter juguetón y paciente lo convierte en un excelente compañero para la familia.
El Lancashire heeler también puede ser un buen compañero para personas mayores gracias a su temperamento afectuoso y protector.
Sin embargo, dado que requiere ejercicio regular, es importante que quien lo adopte esté dispuesto y sea capaz de satisfacer sus necesidades físicas.
El Lancashire heeler puede ser una buena opción como primer perro para una persona activa y con experiencia. Sin embargo, necesita una estimulación física y mental constante.
Si estas necesidades no se satisfacen, el animal podría desarrollar comportamientos no deseados.
Precio del Lancashire heeler
El coste mensual medio para el cuidado de un Lancashire heeler puede oscilar los 40 €, dependiendo de la elección del alimento o de la atención veterinaria necesaria, entre otros gastos.
Pérdida de pelo del Lancashire heeler
Regular
El Lancashire heeler no requiere cuidados especiales debido a su capa interna, que ayuda a mantener su pelo seco en diversas condiciones climáticas.
Eso sí, siempre es recomendable un cepillado semanal para eliminar el pelo muerto, especialmente durante los periodos de muda.
Salud del Lancashire heeler
El Lancashire heeler tiene una esperanza de vida promedio de entre 12 y 15 años, aunque esto puede variar dependiendo de factores como la genética, el cuidado de la salud y el estilo de vida del animal.
Esta raza destaca por su estructura ósea fuerte y músculos bien desarrollados, lo que le otorga una apariencia robusta y un gran nivel de agilidad. Es un perro poderoso y versátil, ideal para actividades físicas variadas.
Aunque su pelaje corto y liso es resistente al agua y lo mantiene seco, no ofrece una protección adecuada frente a temperaturas extremas.
En climas cálidos, puede ser sensible al calor excesivo, mientras que en climas fríos soporta temperaturas moderadas, aunque no está preparado para exposiciones prolongadas al frío intenso.
El Lancashire heeler es generalmente robusto, pero requiere una rutina de ejercicio constante y una dieta equilibrada para evitar problemas como el sobrepeso.
Los Lancashire heelers pueden ser propensos a sufrir problemas oculares, como luxación del cristalino; y trastornos de las articulaciones.
Es importante estar atento a ciertas condiciones de salud propias de esta raza:
- Displasia de cadera: malformación de la articulación de la cadera que causa dolor y desgaste anormal.
- Displasia de codo: problema similar que afecta la articulación del codo.
- Atrofia progresiva de la retina (ARP): enfermedad ocular hereditaria que deteriora la visión de forma progresiva.
- Luxación primaria del cristalino (PLL): desplazamiento del cristalino, que puede llevar a la pérdida de visión.
- Anomalía del ojo del collie (CEA): malformación congénita que afecta la visión.
- Dislocación de rótula: desplazamiento de la rótula fuera de su posición habitual, causando molestias y dificultad para moverse.
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