La obesidad predispone a multitud de problemas de salud y disminuye la calidad de vida de nuestros animales. Es importante entender las causas que la originan y cómo podemos ayudar a nuestro perro a acabar con la obesidad, para que pueda disfrutar de una vida saludable y activa.
Causas de la obesidad en perros
Los perros obesos no lo son de nacimiento, sino que se trata de una condición adquirida. Se deben dar ciertos factores al mismo tiempo para que un perro comience a ganar peso de forma exagerada.
Algunos de estos factores que predisponen a la obesidad son:
1. Desequilibrio en la dieta
Esto ocurre cuando un perro se alimenta con una dieta rica en calorías (hipercalórica) y deficiente en otros nutrientes. El animal recibe más calorías de las que realmente necesita, y por lo tanto, tenderá a acumular grasa.
Esto suele ocurrir cuando los perros comen comida casera (no es el caso de una dieta casera suscrita por un veterinario), o perros que se alimentan con sobras del día anterior.
Unas cantidades altas de comida, en comparación con su peso, también predispone al desarrollo de perros obesos. Para poner solución a este problema es importante saber cómo alimentar a tu perro según su tamaño.
2. Polifagia
La polifagia se define como un apetito desmesurado o una necesidad exagerada por comer.
Este problema puede darse a partir de trastornos patológicos o resultar un carácter de la personalidad del perro.
3. Falta de ejercicio (Sedentarismo)
Una de las causas principales de que existan perros obesos es la falta de ejercicio. Perros que pasan demasiado tiempo en casa, y que no reciben ni la cantidad de paseos necesarios ni la intensidad apropiada, no queman ningún tipo de energía y, por lo tanto, engordan.
4. Esterilización
Con la esterilización, desaparecen ciertas hormonas del torrente sanguíneo que participan en el metabolismo de las grasas.
Por lo tanto, se deberá trabajar a partir de otras vías y tener en cuenta que un perro esterilizado debe ser alimentado con dietas “light” bajas en grasa.
5. Raza
Aunque no se trate de una condición congénita, sí que hay ciertas razas más predispuestas a padecer obesidad, como es el caso del Labrador, Bulldog francés, Bulldog inglés, Teckel o Basset Hound.
6. Edad
Esto es un factor puramente fisiológico. Cuanto más joven sea un perro, más energía y vitalidad presenta, y por lo tanto, cuenta con un metabolismo más acelerado.
Conforme su edad avanza, su metabolismo interno se enlentece y su eficacia para eliminar las grasas merma. Esto suele ocurrir a partir de los 4-5 años.
7. Enfermedad
La obesidad canina supone un síntoma dentro de algunas enfermedades. Podemos ver perros obesos que sufren Hiperadrenocorticismo (Síndrome de Cushing), Hipotiroidismo o Diabetes Mellitus.
8. Medicamentos
Algunos fármacos pueden favorecer la acumulación de depósitos de grasa y/o desarrollar un apetito voraz en el animal, como es el caso de los corticoides.
¿Cómo saber si mi perro está obeso?
Es importante saber reconocer a un perro y/o cachorro obeso. Para ello existen algunas escalas que clasifican el grado de obesidad, la gravedad del problema y el riesgo que supone para su salud.
Normalmente, suelen ser escalas que gradúan de 1 a 5 o de 1 a 9. A continuación, explicamos la que consideramos más sencilla, la escala de 5 puntos que va desde un perro excesivamente delgado hasta uno con problemas de obesidad.
1. Excesivamente Delgado, Caquéctico
Se observan todas las eminencias óseas en el animal, así como las costillas, caderas y columna vertebral, a simple vista. Hay una clara pérdida de masa muscular o ésta es prácticamente inexistente.
2. Delgado
Las eminencias óseas, costillas, caderas y columna vertebral se continúan observando a simple vista, aunque el animal cuenta con algo de masa muscular.
3. Peso ideal
Las eminencias óseas, costillas, caderas y columna vertebral no se observan a simple vista pero sí se palpan fácilmente. Se distingue la cintura claramente y el estado de la musculatura es óptimo.
4. Sobrepeso
Las eminencias óseas, costillas, caderas y columna vertebral son difíciles de apreciar, incluso a la palpación. La cintura no se distingue y el cuerpo del animal adquiere una morfología rectangular. Se observan depósitos de grasa en la base de la cola.
5. Obesidad
La capa densa de grasa que discurre por todo el animal hace muy difícil la palpación ósea.
- Cintura inexistente que puede llegar a presentar una distensión o aumento de la zona abdominal.
- Animal intolerante al ejercicio, se cansa rápidamente.
- Pasa mucho tiempo en reposo y durmiendo.
- Dificultad para respirar.
- Apetito desmesurado.
Perros obesos: consecuencias y riesgos
En este momento entramos en lo que realmente preocupa de esta condición, y es la predisposición a multitud de problemas de salud.
Lista de consecuencias en perros obesos
- Problemas cardiacos.
- Problemas respiratorios.
- Artrosis y déficits articulares.
- Pacientes de riesgo ante una anestesia general.
- Diabetes Mellitus.
- Síndrome de Cushing.
- Pancreatitis y muchas otras enfermedades orgánicas.
Los perros obesos son animales en riesgo potencial de sufrir problemas cardíacos, como puede ser un infarto; problemas cardiovasculares, como un tromboembolismo; problemas respiratorios como una disnea (dificultad para respirar), que desemboque en un golpe de calor.
La obesidad también supone un riesgo para perros con artrosis y/o déficits articulares. Las articulaciones de un perro obeso soportan más peso de lo que deberían, cuando esta condición perdura en el tiempo, el cartílago articular se desgastará rápidamente, las superficies óseas se verán debilitadas, e incluso, puede ocurrir la fractura de algún hueso, pudiendo requerir cirugía ortopédica.
Además de los anteriores problemas, los perros obesos son pacientes de riesgo ante una anestesia general, por lo que la situación se complica si hay que intervenirlo en algún momento. Y también están predispuestos a sufrir Diabetes Mellitus, Síndrome de Cushing, Pancreatitis y muchas otras enfermedades orgánicas.
Cómo acabar con la obesidad en perros
Es muy importante entender la importancia de la obesidad canina y su gravedad. Será necesaria la atención veterinaria para el control de peso y un correcto asesoramiento del plan que se vaya a iniciar.
Algunas de las medidas a adoptar serán las siguientes:
Dieta para perros obesos
Se trata de un ajuste tanto en cantidad como en calidad.
Podemos optar por pienso para perros obesos (se distinguen como piensos “low fat”, “weight loss”, “light”) o plantear una dieta casera saludable y equilibrada, con un aporte nutricional óptimo, sin aporte de sal y baja en grasa.
También deberemos ajustar la cantidad de comida para conseguir bajar de peso. Una buena idea es dar poca cantidad de comida pero en varias tomas (de 3 a 4 tomas diarias), para reducir el apetito y favorecer la sensación de saciedad.
Aumentar el nivel de actividad física
Debemos ajustarnos a la condición de nuestro perro y poco a poco intensificar el ejercicio hasta que el animal lo permita.
Un perro obeso no puede ponerse a correr 5 km diarios de un día para otro, necesita habituarse, por lo que se recomienda aumentar la frecuencia de paseos (aunque sean de corta duración). También el juego en casa puede ser beneficioso para su salud.
Eliminar premios calóricos
Si sueles premiar a tu perro con golosinas con alto contenido en grasa, debes sustituirlas por otro tipo de premio, como pueden ser algunas de las frutas y verduras que puedes darle a tu perro.
Atención veterinaria
Es fundamental contar con un seguimiento médico ya que si tu perro es obeso debido a una condición patológica, debemos atender la enfermedad para que la pérdida de peso sea exitosa.
Finalmente, no olvides que la obesidad canina reduce significativamente la calidad de vida de nuestras mascotas. Los perros obesos cuentan con una esperanza de vida mucho menor, y están expuestos a multitud de riesgos para su salud. Ayúdalo a encontrarse mejor y trabajar juntos en el proceso para perder peso.