Los gatos son animales muy limpios y también muy territoriales. Por eso, es fundamental saber dónde poner el arenero del gato, para que sí lo use y no acabe defecando en otros sitios de la casa.
Tomando en cuenta que no todas las casas son iguales y que no todas disponen del sitio idóneo donde colocarla, analizamos las posibles situaciones y te damos los mejores consejos para ubicar la caja de arena del gato.
¿Dónde poner el arenero del gato?
Al plantearse dónde poner el arenero del gato, mucha gente opta por la solución de poner tanto la arena del gato como su comida en alguna estancia de la casa con gran ventilación.
A menudo se opta por el cuarto de la colada o alguna especie de patio interior.
Sin embargo, a los gatos no les gusta que su arenero esté cerca de su comida.
Por instinto, evitan mezclar lugares donde comen y hacen sus necesidades -un punto por demás comprensible-, tanto para prevenir contaminación como por su sentido del olfato altamente sensible.
Por tanto, si has decidido utilizar tu patio interior para colocar el arenero del gato, lo más recomendable es que pongas su comida y su agua en otro lugar.
Evidentemente, si tienes una terraza o balcón, este es el mejor lugar donde poner el arenero del gato.
Hay que tener en cuenta ciertas precauciones antes de instalarla allí. Por ejemplo:
- La puerta que separa la terraza del resto de la casa debe disponer de una gatera por la que el animal pueda acceder sin problema.
- Hay que asegurarse de que la arena está protegida por algún tipo de techo para evitar que se moje cuando llueva.
- Para garantizar la seguridad del gato puedes colocar mallas de protección o barandillas en la terraza.
Dónde colocar el arenero del gato si no tengo terraza
Si vives en un piso pequeño y no dispones de una terraza donde ubicar el arenero del gato, lo mejor será cerca de alguna ventana o de una puerta en la que haya corriente.
Recuerda tener mucho cuidado para que no se acumulen los excrementos. Procura igualmente abrir las ventanas cuando el gato ha hecho uso de la arena.
De esta manera se evitan los malos olores que podrían acumularse.
Caja de arena para gato: ¿abierta o cerrada?
Si vives en un piso y no dispones de terraza en la que dejar el arenero, te recomendamos que utilices una caja de arena para gato con cubierta.
Eso sí, no debes descuidar la limpieza de la arena. Hay que revisarla una vez al día como mínimo, para eliminar los excrementos y terrones de orina.
Asimismo, se deben mantener al día los filtros que tiene la cubierta. Estos filtros tienen un tiempo determinado de duración dependiendo del fabricante.
Pero finalmente, la elección dependerá en gran medida del gato, ya que si se trata de un gato adulto que está acostumbrado a un arenero sin cubierta, va a ser difícil que se habitúe a usar uno que sí la tiene.
Caja de arena para gatos outdoor
Si tienes un gato que pasa tiempo en el exterior, también es necesario proporcionarle un espacio limpio y cómodo para hacer su necesidades.
Al instalar una caja de arena para gatos outdoor o de exteriores, te recomendamos:
- Asegurar que la caja de arena está bien protegida contra el sol y la lluvia, para evitar que se moje o que el gato desista de usarla por incomodidad.
- Usar un arenero cubierto, que dará más protección contra el agua de lluvia o el rocío.
- Usar arena aglomerante o de sílice, que resisten mejor la humedad.
Si el gato se niega a usar el arenero, porque no tiene el hábito, se puede designar una pequeña zona del jardín, con arena, y hacerla atractiva para que haga sus necesidades ahí.
Para evitar que el gato haga sus necesidades en las plantas, puedes:
- Cubrir la tierra de las macetas con piedras grandes, mallas, o corteza de pino decorativa.
- Usar repelentes naturales como cáscaras de cítricos, vinagre diluido en agua, o café molido.
- Cultivar plantas repelentes como lavanda, romero o ruda.
- Colocar mallas o rejillas alrededor de las plantas más delicadas.