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mi gato no usa el arenero

Un gatito espera para entrar al arenero

© Shutterstock

Mi gato no usa el arenero: estas son las razones

Por Marie-Hélène Bonnet Etóloga

Publicado el

Aunque los gatos aprenden rápidamente y muy rara vez se hacen donde no deben, puede ocurrir que tu gato no use el arenero. Si te preguntas, ¿por qué mi gato no usa el arenero?, este problema puede tener distintas causas, así que la solución no es siempre igual.

 

Que un gato se haga afuera del arenero se puede deber a una gran variedad de razones. Estrés (causado, por ejemplo, por la llegada de un nuevo bebé), por desorientación (una mudanza reciente) o para marcar territorio, son solo algunas de ellas. 

En cualquiera de estos casos, es normal que te estés preguntando con desesperación: "¿por qué mi gato no usa el arenero? Te contamos sobre las posibles causas.

Puede ser que sea el arenero lo que causa problemas: que esté sucio, muy pequeño o que no esté colocado en el sitio más adecuado.

Cualquiera que sea la razón, nunca regañes o castigues a tu minino, ya sea que lo sorprendas in fraganti o no. Sobre todo, ni se te ocurra acercar su nariz al "accidente", ya que esto podría acrecentar el problema.

Mi gato no usa el arenero: identificar la causa

El primer paso para solucionar esta situación es identificar las causas.

¿Por qué? ¿Qué ha cambiado? ¿Qué sucedió en los días previos a la aparición de esta conducta?

Si nada ha cambiado en la dinámica familiar, no hubo mudanzas, muebles nuevos, cambio de croquetas, cambio de arena etc., entonces repasa un poco qué está sucediendo con los humanos.

¿Hay estrés en la familia? Por ejemplo, tensiones emocionales, problemas de salud o económicos que impacten el ambiente en el hogar y por lo tanto, la cotidianidad del gato.

Un arenero muy pequeño puede ser la causa del problema. © Shutterstock

Los gatos son animales sumamente sensibles, que perciben todo esto y se estresan con estas situaciones. Orinar puede ser para tu gato una forma de liberar la tensión, además de que el olor de su orina lo reconforta.

¿Pero por qué mi gato no usa el arenero y tiene que hacer fuera?

La respuesta más sencilla es que el gato está indicando que algo anda mal. No siempre es fácil saber qué es exactamente, sobre todo porque la razón puede remontarse a algunas semanas antes del primer incidente (momento en el que el gato empezó a estresarse).

También existen, por supuesto, causas fisiológicas que pueden llevar a que el gato no use el arenero:

  • Cistitis.
  • Piedras en el riñón.
  • Infecciones de vías urinarias.
  • Diarrea o estreñimiento.

El gato que sufre de estos problemas podría establecer una conexión entre la molestia que siente al ir al baño y el arenero. Para tratar de evitar el dolor que le causa excretar u orinar, el minino podría estar buscando, como solución, hacer en otros espacios.

Los gatos también pueden negarse a compartir su arenero con otros gatos o a usar un arenero sucio. Lo ideal es que si se tiene más de un gato, la cantidad de areneros que haya en casa sea siempre el número de gatos más uno.

Por supuesto, es importante asegurarse también de que siempre están limpios.

Hay muchas posibles causas por las que tu gato no usa el arenero y puede ser complicado identificarlas.

Pero una vez que la causa ha sido identificada, puede ser resuelta y las cosas vuelven a la normalidad.

De cualquier manera, esto no siempre es posible. Hay que darle al gato tiempo suficiente para adaptarse, pero no más de unas semanas. Si continúa haciendo en otro lugar que no es el arenero, significa que el problema no ha sido identificado correctamente.

Eligiendo el arenero y la arena correctos. © Shutterstock

Castigar a un gato por no usar el arenero

En todo caso, aunque es molesto estar limpiando, no se debe reñir al gato.

Al contrario, si pide mimos hay que dárselos, pero sin agobiarlo. Mimar a un gato que tiene problemas tampoco ayuda a resolverlos; el minino necesita sentirse tranquilo y en calma, por lo que es importante darle cariño, pero solo si él lo pide.

En caso de que la causa sea el marcaje de territorio, la esterilización es la solución más efectiva.

Si se tiene certeza de lo que está pasando o sigue habiendo problemas, puede que sea necesario consultar a un experto en conducta gatuna, que ayude a la familia a atravesar esta etapa y a descartar posibles problemas físicos (de riñón, vejiga, vías urinarias, etcétera).

La paciencia es la clave en estas situaciones.

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