Qué hacer para que no huela la arena de gato
1. Ten en cuenta la arena que usas
Hay algunos tipos de arena que, Dios sabe porqué, se les pone olor para hacerla más apetecible ante los dueños. Esto es contraproducente ya que los gatos detestan soportar olores a la hora de ir al baño. Además, evitan a toda costa los olores de los productos de limpieza, así que obligarlos a pisar cada día arena impregnada en un olor tiene que ser horrible para ellos.
Esto, no sólo empeora la calidad de vida del gato sino que además consigue que, mezclados con otros olores, se potencian algunos efectos olfativos no deseados. Y una caquita en mal estado, combinada con “olor a lavanda” puede convertirse en una nube invisible de fetidez.
Recuerda, también almacenar bien tu arena.
2. Limpia a menudo
Otra cosa que debes hacer para que no huela la arena de gato es limpiar la caja con frecuencia. No tiene por qué ser cuestión de que la limpias poco, sino además de los productos que usas y del gato que es usuario.
Es posible que algunas defecaciones, según la dieta y el gato, sean más ácidas y huelan más que otras. Esto hace que cierta cantidad de las heces haga que empiece a haber un olor más fuerte con más antelación.
También están los restos de los gatos sin castrar, que en plena ebullición hormonal disgregarán muchas más feromonas y, obviamente, olerán más.
Normalmente, hay que limpiar el arenero una vez al día por encima, y una vez al mes, como mínimo, retirar y cambiar toda la arena, limpiando el cachivache con detergente suave intentando no dejar ningún perfume.
3. Desodorizar la arena
Si el problema persiste, a pesar de que limpias la arena a menudo y que la arena que utilizas es de buena calidad, siempre puedes aplicar productos que sin molestar al gato, puedan eliminar los olores de la arena.
Es tan sencillo como añadir algún producto preparado para ello, aunque recomendamos un remedio casero que es el bicarbonato de sodio, el cual puedes mezclar de la siguiente forma:
- Apartas la arena hacia un lado del arenero, dejando un hueco vacío.
- Viertes un poco de bicarbonato o del producto preparado, suficiente para que pueda cubrir sin que se vea esa parte vacía del arenero.
- Aplastas y rascas un poco el bicarbonato, de tal forma que se pegue mínimamente al fondo del arenero.
- Repites este proceso con otras partes del arenero que no han sido cubiertas.
- Mezclas la arena para que cualquier parte restante del producto quede repartida uniformemente por la arena. Asegúrate, por eso, que haya una capa gruesa de arena y el bicarbonato quede bien escondido
Algo más que puedes hacer para que no huela la arena de gato es aplicar el bicarbonato en una de tus sesiones mensuales de limpieza del arenero. Así, el bicarbonato tocará un material recientemente limpiado, dejando la caja completamente limpia y homogénea.
Sobretodo, vigila no sobrepasar la cantidad de bicarbonato. Ponlo de una forma que cubra ligeramente toda la superficie. Esto es porque el bicarbonato puede ser tóxico para los gatos a la hora de ingerirlo. Si evitas poner demasiado y no sobresale por encima de la arena no tendrás problemas.
Observa también cómo reacciona tu gato a la nueva adición de bicarbonato, ya que hay algunos gatos más sensibles al mismo. Si empieza a vomitar o a tener mal aspecto justo después de haberle añadido este componente, retíralo de inmediato y no te arriesgues más. La salud de tu gato es más importante que un olor.
4. Cambia el arenero
Tanto el formato del arenero como el lugar en el que están pueden modificar la difusión del olor.
Igual que unos pies tras muchas horas sin ventilación, si un arenero no puede ventilarse empezará a oler cada vez más fuerte. Si tienes la cajita encerrada en un armario o caja de cartón será normal que alrededor del arenero huela muy mal.
También hay areneros que tienen techo y son estancos. Esto puede parecer muy bonito pero a menudo empeoran la ventilación y aumentan el olor. Es por eso que la mayoría de areneros que utilizamos sólo sea una fuente sin techo.