Los cabezazos pueden parecer extraños en el mundo humano, pero para los gatos significan algo muy distinto.
Quienes conviven con uno seguro han experimentado ese gesto tan curioso: a veces son roces suaves, otras, auténticos cabezazos. Y no, no se trata de una señal de agresividad.
Entonces, ¿por qué mi gato me restriega la cabeza contra la cara? ¿Cuál es la mejor manera de reaccionar ante este comportamiento?
Mi gato me da cabezazos en la cara
Ese gesto tan curioso se conoce como head bunting o cabezazo felino, y ocurre cuando el gato presiona o frota su cabeza contra ti o contra algún objeto.
¿Todos los gatos dan cabezazos?
No, no necesariamente todos los gatos dan cabezazos.
Al igual que las personas, los gatos tienen distintas formas de exteriorizar lo que sienten: algunos lo expresan con cabezazos, otros con ronroneos, miradas lentas o simplemente acurrucándose cerca de sus cuidadores.
¿Por qué mi gato me restriega la cabeza contra la cara?
El cabezazo en gatos puede deberse a las diversas formas de comunicación que utilizan los gatos.
Marcaje
Es común observar cómo los gatos frotan la cabeza contra objetos inanimados, como rascadores o muebles, con el objetivo de marcar su territorio, algo que les genera un entorno reconfortante.
En hogares con varios gatos, los cabezazos permiten intercambiar feromonas a través del contacto cabeza con cabeza, lo que ayuda a crear un "olor a colonia" compartido, lo que favorece la armonía grupal y reduce la competencia territorial.
Afecto
En el lenguaje felino, los gatos también pueden restregar la cabeza contra la cara para reflejar confianza, serenidad y vínculo hacia quienes consideran cercanos.
Regulación emocional y búsqueda de atención
Muchos gatos parecen disfrutar del gesto de frotarse con el hocico o de dar cabezazos, incluso en ausencia de interacción humana.
Esta conducta actúa como una forma de autorregulación, similar a cuando se frotan con el cuerpo entero. En este contexto, el gesto suele ser indicador de un estado de felicidad y relajación.
Asimismo, el cabezazo también puede interpretarse como una solicitud de atención. De hecho, cuando se responde con caricias al animal, el comportamiento tiende a repetirse como una forma de reforzar ese contacto.
¿Qué hago si mi gato me restriega la cabeza contra la cara?
Cuando un gato da cabezazos, es habitual preguntarse qué hacer.
En principio, no hay problema en devolverle el gesto al felino, acercándole suavemente la cara o la frente para ver si acepta el contacto, siempre que se preste atención a su lenguaje corporal.
En el siguiente vídeo, el veterinario clínico Carlos Gutiérrez aborda justamente el comportamiento contrario: ¿Por qué mi gato no me restriega la cabeza?
Mi gato restriega la cabeza contra el móvil
El móvil suele atraer al gato porque huele a su humano. Sin embargo, al frotarse contra él, el animal puede estar enviando un mensaje claro: "¡Basta de móvil, préstame atención!".
Este comportamiento puede interpretarse como una llamada de atención y afecto.
Mi gato me da cabezazos en la mano
Al igual que ocurre con el móvil y con la cara, cuando un gato da cabezazos en la mano, generalmente está mostrando o reclamando afecto y confianza.
Este gesto también puede servir para marcar con su olor una zona cercana a su humano y reforzar así el vínculo entre ambos. Es una forma de comunicación positiva, que suele indicar cercanía emocional y bienestar.
¿Por qué mi gato me da cabezazos cuando le echo pienso?
Si un gato da cabezazos justo al recibir el pienso, puede estar combinando una expresión de entusiasmo con una muestra de afecto.
Una vez más, puede estar marcando con su olor tanto al humano como al entorno para reforzar la seguridad en ese momento de rutina.
Conclusión
Cuando un gato restriega la cabeza contra la cara o da un cabezazo, está transmitiendo afecto, confianza y la sensación de seguridad. Se trata de un lenguaje silencioso, pero lleno de significado, basado en olores, gestos y vínculos emocionales.
Ahora bien, si este comportamiento parece excesivo, se vuelve compulsivo o va acompañado de otros signos inusuales, es recomendable consultar con un veterinario o con un experto en comportamiento felino para descartar cualquier problema de salud o estrés.