Dormir con un gato es un placer para muchos cuidadores, pero ¿qué pasa si mi gato tiene pulgas y duerme conmigo? ¿Pueden pegarse a los humanos? ¿Pueden infestar la cama?
En este artículo te contamos qué riesgos reales existen y cómo evitar que una plaga de pulgas arruine tu descanso y el suyo.
Mi gato tiene pulgas y duerme conmigo, ¿me las puede pegar?
Dormir con tu gato puede parecer inofensivo e incluso reconfortante. Sin embargo, cuando tu minino tiene pulgas, surgen dudas importantes, desde si son contagiosas a ¿qué hago si ya hay una pulga en mi cama?
¿Es malo dormir con mi gato si tiene pulgas?
Entre las enfermedades que pueden transmitirse por el contacto cercano con gatos están parásitos como lombrices, la toxoplasmosis o los hongos. Pero el problema más común es, sin duda, el de las pulgas.
Si tu gato tiene pulgas y duerme contigo, el riesgo de que haya pulgas en la cama es real. Aunque las pulgas no pueden vivir en el cuerpo humano, sí pueden morderte y causar reacciones molestas.
¿Las pulgas de los gatos se pegan a los humanos?
Las pulgas no viven en la piel humana, pero sí pueden saltar desde tu gato a ti y alimentarse de tu sangre. Sus picaduras provocan enrojecimiento, picor y molestias. Por eso, aunque no se “pegan” como tal, sí pueden afectarte directamente.
Además, si el gato sube a tu cama, es probable que una pulga en la cama se convierta en muchas más. Las pulgas pueden poner huevos en las sábanas o edredones, y en poco tiempo, infestar el colchón si no se toman medidas.

¿Qué hago si mi gato tiene pulgas y duerme conmigo?
Limpia a fondo: Lava ropa de cama, mantas, almohadas y cualquier tela donde haya estado el gato.
Ataca la plaga de raíz: Usa un champú antipulgas o acude al veterinario para aplicar un tratamiento efectivo.
Desinfecta el entorno: Aspira alfombras, sofás y colchones para eliminar huevos o larvas escondidas.

¿Es peligroso para mi gato y para mí?
Sí. Para tu gato, las pulgas no solo causan picor: pueden transmitirle enfermedades y generar anemia. Para ti, además de las molestias, hay riesgo de que las pulgas sean vectores de enfermedades como el tifus, según el CDC.
En resumen, dormir con un gato con pulgas es malo para ambos: él sufre y tú te expones a una posible infestación.