Una desaparición inquietante
Esta es posiblemente la experiencia más angustiosa que tuvo que vivir Timberlyn Merritt en una granja de Missouri, Estados Unidos, hace 5 años.
Efectivamente, la llamada al 911 reportaba la desaparición de una menor alrededor de las ocho y media de la tarde. La niña, llamada Remy Elliott, había desaparecido junto a su casa, ubicada en el pueblo de Qulin, a unos 280 kilómetros al sur de Saint Louis.
La desaparición ocurrió en la tarde-noche, por lo que la madre estaba completamente angustiada por el pánico y por el hecho de que estaba empezando a oscurecer.
Los campos de maíz dificultaban la búsqueda
Junto a su casa, se expandían kilómetros y kilómetros de campos de maíz que hacían imposible la búsqueda por parte de una sola persona.
La noche comenzó a caer y la búsqueda se había vuelto ya impredecible.
Sin dudarlo un segundo, Timberlyn no tardó en ponerse en contacto con sus vecinos y con los servicios de emergencia.
"Al principio, pensé que tal vez solo estaba entre el maizal o en algún lugar donde no podía verla", comentó la madre de Remy. "Al ver que no me respondía, me di cuenta de que no iba a encontrarla sola", agregó.
Un enorme dispositivo de búsqueda
La ayuda no tardó en llegar. El dispositivo de búsqueda se montó en tiempo récord y pronto se movilizaron más de 150 voluntarios, además de los oficiales de seguridad y un helicóptero ayudando desde el aire a la búsqueda y al rescate, si fuese necesario. Además, los servicios de emergencia desplazaron a la zona un radar infrarrojo y varios perros de policía.
Por desgracia, la oscuridad de la noche terminó imponiéndose y el dispositivo tuvo que aplazarse hasta la mañana siguiente.
Para entonces, Remy llevaba ya más de 12 horas desaparecida.
Un héroe de cuatro patas
A la mañana siguiente, justo con las primeras luces del amanecer, se reanudó la búsqueda. Fue entonces cuando algo alertó a los voluntarios que se afanaban en encontrarla. Alguien escuchó un tímido ladrido muy agudo en medio del campo de maíz.
Los allí presentes corrieron hasta la zona en la que creyeron escuchar el sonido y encontraron a la pequeña Remy allí tumbada, semidormida, con su pequeño perrito, un yorkshire terrier, encima de ella a modo de abrigo.
"Así es como una comunidad se une. La Policía y los voluntarios de la comunidad se unieron para encontrar a una pequeña perdida. Su perro se mantuvo junto a ella toda la noche #Somosmásfuertesjuntos", publicó la Policía de Missouri en su cuenta oficial de Twitter.
El perrito fue el primero en encontrar a la pequeña y decidió no separarse de ella durante toda la noche a la espera de que alguien llegara para ayudarla.
Cuando la encontraron, la niña dijo que no pasó miedo en ningún momento porque su perro estaba con ella. "Si no fuera por él, creo que habría estado aterrorizada", recuerda su madre.
Resulta fascinante ver el instinto de protección de algunos animales con respecto a su familia. Esperemos que este peludo campeón y la niña sigan tan bien y unidos como entonces.
Casos asombrosos
