Para las personas que aman a los animales, ya sean perros o gatos, o más allá de los que viven en casa, jamás será comprensible que una persona pueda hacerle daño a uno de ellos.
El nombre de Brisa suena a viento suave, incluso alegre y de frescura, un nombre apropiado para una perra que renace de debajo de la cantidad de rastas y mugre que crecieron en su cuerpo abandonado por la mano humana.
Además, la perra estaba así de mal en su propia casa. "Brisa fue una de las primeras en acercarse a nosotros, tanto en la casa donde vivía, como al llegar a nuestro refugio". Así lo contó en octubre del año pasado Abyda Jaén en su página de Facebook, la asociación que se hizo cargo de ella.
El nombre de Brisa es en honor a la peluquería canina donde le quitaron todo ese manojo marañas. "Gracias a Vanesa, y Brisadog, por esta obra maestra, y por regalarle un nuevo camino lleno de esperanza".
Abyda Jaén contó que Brisa dio positivo en erliquia. Tratamiento aparte, la perra era "alegre, agradecida y sociable. Nos llama y ladra desde dentro de su chenil cuando nos ve aparecer a lo lejos, para que la saquemos y pasemos tiempo jugando con ella".
El refugio confesó su sorpresa porque Brisa tenga ese buen carácter y ganas de sentir el calor de las personas, sobre todo teniendo en cuenta todo el tiempo que pasó "encerrada en una casa sin apenas relacionarse con personas".
Los centenares de comentarios y las reacciones en Facebook agradecieron la increíble labor de Abyda Jaén en la recuperación de la perrita.
Según esta publicación de Facebook, la perrita empezó una nueva vida en noviembre de 2022: