Ser cachorro y crecer como perro no es fácil. Esos primeros meses de vida son de aprendizaje constante. Surgen situaciones que no sabes cómo gestionar y algo que para los demás puede ser sencillo, para un perro pequeño es todo un mundo.
La fuente del conflicto del basset hound que protagoniza el vídeo es la puertecita para perros que conduce al jardín. Su padre llega afuera sin problema, pero él se frena al no ver salida por ninguna parte. "¡Está cerrado!", le dice a su papá en el diálogo del vídeo.
¡Quiero ir al jardín!
El basset hound adulto le echa paciencia y le explica al pequeño que solo tiene que avanzar y llegará al jardín. Pero el cachorro no lo ve claro. De hecho, lo único que ve es la solapa de la puerta cerrada –insiste en eso –. ¡No entiende qué pasa!
Al final el padre opta por escenificar cómo tiene que hacerlo. Entra en casa, le indica con el hocico qué proceder, y vuelve a salir al jardín. Sin embargo, el cachorro sigue convencido de que la puerta se cierra mágicamente y él se queda ahí atrapado.
Papá Goose se lo vuelve a repetir y ahí… ¡por fin el cachorro logra llegar al jardín! "¡Anda, pero si era muy fácil!", le dice sorprendido el pequeño. ¡Cuánto le queda por aprender!