Mango fue encontrado deambulando por una estación de tren en España cuando era un cachorro de un año.
Es un perro galgo o galgo español. Estos pobres perros son usados para cazar, pero si no son lo suficientemente rápidos, son abandonados a una muerte cruel.
Mango encuentra hogar
La asociación Galgos en familia, que se hizo cargo del perro, está especializada en adopciones extranjeras de esta raza.
La pareja que decidió adoptar a Mango vivía en Estados Unidos. Así que el perro voló al otro lado del mundo para encontrar un nuevo hogar.
Apenas se encontró en su nuevo hogar después de un vuelo muy agotador, inmediatamente comenzó a exigir cariño. Todo lo que quería era ser abrazado y acariciado.
Durante las primeras semanas, Mango se recuperó y durmió la mayor parte del día. Toda la situación fue muy estresante para él, porque durante el primer año de su vida vivió solo en la naturaleza.
Mango está aprendiendo a vivir en casa
Los cuidadores de Mango dicen que requirió mucho aprendizaje. No podía subir escaleras, así que tuvo que ser cargado. No podía comer de un tazón y tenía problemas para adaptarse.
Su familia lo llevó a un curso de capacitación de ocho meses para enseñarle cómo vivir en un mundo "civilizado".
Ahora es el perro más feliz del mundo que, a pesar de sus extremidades largas y delgadas, puede acurrucarse en el sofá. Preferiblemente en los brazos de su papá.