Los últimos días de Maggie May, la perra que protagoniza esta historia, no fueron nada fáciles. Esta bella alaskan malamute de 9 años llevaba un tiempo sufriendo de artritis severa.
Su cuidadora, Ashley, hizo todo lo que estaba en su mano para que Maggie no tuviese dolores y viviese una vida normal, pero, desgraciadamente, la enfermedad ganó la batalla.
La última prueba de amor
Ashley sabía que el final de Maggie se acercaba, puesto que el sufrimiento de la perra era desgarrador y, aunque le doliera en el alma tomar la decisión de dormirla para siempre, no quería que el animal siguiese padeciendo esos terribles dolores.
Como muestra de amor y cumpliendo uno de los deseos de su perra Maggie, Ashley tomó una decisión que alegraría los últimos días de vida de su malamute: llevarla a ver la nieve.
Así pues, Ashley preparó un viaje en coche con Maggie y juntas viajaron hasta Escocia, concretamente a la sierra de Cairngorms. En ese lugar, en 2019, había caído la primera nevada del año.
No tuvieron suerte
Cuando ambas llegaron a su destino, a Ashley se le partió el corazón en mil pedazos: solo la cima de las montañas estaba nevada.
Afortunadamente, a pocos metros del lugar, Ashley contempló un campo de nieve y... ¡Soltó a Maggie para que cumpliese su último deseo!
Juntas vivieron uno de los momentos más especiales de su vida.