En junio de 2022, Rebecca Corry adoptó a un pitbull llamado Todd, al que la asociación Love Leo Rescue había rescatado de una red de peleas caninas.
Al mismo tiempo, otra perrita, también de raza pitbull, logró dejar su pasado atrás. Sally (así la bautizaron), era utilizada como perra de cría. Su día a día consistía en dar a luz una camada tras otra, una situación que le iba minando la salud poco a poco.
Una vida nueva para ambos
La joven actriz norteamericana la acogió de forma temporal hasta encontrarle un hogar definitivo, pero finalmente descubrió que el mejor lugar para la perra era su casa.

Y es que Todd y Sally se llevaban a las mil maravillas y, a tenor de lo publicado en la cuenta de Instagram de la actriz, se estaban adaptando perfectamente a su nueva vida.

El problema de Sally
Cuando Corry adoptó a sendos pitbulls, no tuvo en consideración la apreciación que los voluntarios del refugio le hicieron sobre la perra. Según los cuidadores de Sally, el animal no se sentía cómodo con sus congéneres.
''Todd y Sally se volvieron mejores amigos y ahora son inseparables. Sally no se sentía cómoda con los demás perros, pero ahora no quiere separarse de Todd ni un segundo'', aseguró su humana.
Mejores amigos
Tal y como se puede apreciar en las imágenes compartidas por la actriz, ambos perros hacen todo juntos: comer, viajar en el coche, coche, jugar, y, por supuesto, dormir la siesta (su hobby favorito).

La mujer cuenta, además, que ambos cánidos siempre están acurrucados en el sofá. ''Literalmente uno encima del otro'', cuenta Corry, que destaca: "No importa dónde estén y qué estén haciendo, siempre deben estar pegados el uno al otro; es su manera de ayudarse, de sentirse seguros... Además de que les encanta pasar tiempo juntos''.

Sally y Todd tuvieron un comienzo de vida traumático. Por suerte, a estos perros ya no les falta de nada gracias a la compasión y empatía de su actual cuidadora. Actualmente, un tercer compañero peludo se ha unido al dúo: