Finn, un Maine Coon con tamaño de récord
En el corazón de California, vive Finn, un gato Maine Coon de seis años cuyo tamaño rivaliza con el de un niño de nueve años.
Natalie Bowman, una trabajadora de la salud, lo adoptó en 2017 cuando tenía tres meses y medio.
Con 1.3 metros de longitud y un peso de 10 kg, Finn rompe todos los moldes y transforma la percepción común de lo que puede ser un gato doméstico.
Cuidados especiales para un gato especial
Como era de esperarse, sus necesidades van mucho más allá de las de cualquier otro gato común.
En palabras de Natalie, tenerlo en casa implica atenderlo de manera constante, incluso llegando a sentirse como el cuidado de un recién nacido.
- Finn necesita ser alimentado tres o cuatro veces al día para mantener su energía.
- Debido a su enorme tamaño, caminar dentro un espacio cerrado puede resultar complicado, por lo que necesita paseos diarios con correa. Estas caminatas en la calle le han generado cierta fama en el barrio.
Además de lidiar con la ansiedad por separación, el minino disfruta de la compañía y la interacción, evidenciando la personalidad sociable y cariñosa de su raza.
Un gato gigante que intimida a las visitas
Imagina este escenario: entras a una casa y te encuentras con lo que parece ser una bestia salvaje; luego te das cuenta de que, en realidad, solo se trata de un maine coon llamado Finn.
Sí, esta suele ser la experiencia de quienes visitan la casa de Natalie en California.
La mujer explica que todo el que llega a su casa por primera vez se sorprenden al verlo y puede llegar a asustarse pensando que es un animal peligroso, como un lince o un gato montés.
A pesar de su aspecto imponente, Finn es conocido en el vecindario como "el gigante gentil" que incluso se lleva muy bien con otros gatos.
Finn, el gato sociable y amistoso
Una de las características más destacadas del michi es su personalidad extrovertida y amigable.
Su dueña contó a los medios que disfruta mucho de interactuar con los humanos y mostrar su afecto, e incluso se le describe como un gatete muy parlanchín, siendo bastante ruidoso en sus intentos de comunicarse.