Cuando Bridget Blitsch, residente en Los Ángeles, salió a caminar, no pensó que sería testigo de una triste escena.
Y es que, en un momento dado, algo en el camino llamó su atención.
Una escena desgarradora
A lo lejos, vio a una familia amarrando a su perro a un árbol en un área de estacionamiento vacía. Le dejaron una bolsa de comida a su lado y le pusieron un bozal antes de alejarse.
Si bien su primer instinto fue enfrentarse a las personas que abandonaban así al animal, le llamó la atención la manera en la que todos se habían despedido del can, un pastor belga malinois.
Todos parecían tristes, incluso destrozados.
La triste verdad
Testigo del incidente, la mujer decidió intervenir y se hizo cargo del animal. Entonces, contactó con un hombre llamado Hall, un conocido que se dedica a ayudar a animales en situación de vulnerabilidad.
Bridget y Hall desataron a la perrita y la subieron al coche. Más tarde, Hall logró obtener información sobre los propietarios de Melody, que así se llamaba la perrita.
Fue entonces cuando Hall confirmó sus sospechas: la familia de Melody realmente amaba al animal y no quería abandonarla.
Aún no se sabe lo que le deparará el futuro a Melody. Aunque por ahora parece improbable, tal vez algún día logre reencontrarse con la que un día fue su familia.