Cuando llegó al refugio, era imposible reconocer a la criatura que se escondía debajo de la enorme masa de pelo.
"Quedamos atónitos por su estado cuando nos la trajeron. Así fue como la encontraron las personas que la rescataron en el piso de su dueño tras su fallecimiento. Tuvieron que llevarla en un bolso porque Ellie no podía caminar", informó Wiese, de la organización protectora de animales Nebraska Humane Society.
"Al principio, nos resultó difícil identificar qué tipo de animal era... y no sabíamos si aún estaba viva, hasta que movió la cabeza", agregó.
Una arriesgada intervención
La pobre perra fue llevada directamente a una clínica, donde los veterinarios le quitaron el pelo sobrante.
El asistente veterinario tuvo que hacer una estimación. Se necesitaron tres personas para salvar a Ellie de todo ese peso.
La intervención duró poco más de una hora. En total, liberaron a Ellie de alrededor de 9 kg de pelo y le cortaron las uñas varios centímetros, revelando finalmente a un pequeño shih tzu.
Saludable y alegre
Aparte de una leve artritis, pérdida de masa muscular por su incapacidad para moverse y problemas dentales, Ellie gozaba de excelente salud: tenía un peso normal y no parecía haber desarrollado ningún problema de conducta.
Tan solo dos semanas después de su llegada al refugio en 2019, la perrita había cambiado drásticamente, como se puede apreciar en la siguiente foto.