Sun vivía con su cuidador. Todo parecía bastante normal, pero, a la edad de dos años, decidió abandonarla.
Cuando el cuidador de Sun se cansó de ella, la perra fue abandonada en la cuneta de una carretera en la Isla de la Reunión, en Francia, a merced de todos los peligros.
En espera de su humano
A pesar de lo sucedido, el animal mostró una lealtad inquebrantable hacia su cuidador/a.
Por supuesto, su propietario nunca apareció en escena. Afortunadamente, la vida de Sun dio un vuelco gracias a un grupo de voluntarios que se dedican a ayudar animales en peligro.
En busca de una familia
Sun fue llevada a un refugio, donde fue examinada y dada de alta.
Ahora, la pequeña necesita ser reubicada con una familia de acogida temporal, ya que el coste de su manutención representa una carga inmensa para el refugio.
Aunque la perrita ha conocido una de las facetas más oscuras del ser humano, no guarda rencor. Sun es irresistiblemente dulce, le encantan las personas y tiene mucho amor por dar.
La historia de Sun fue compartida a través de las redes sociales por el refugio animal Les Pattounes des Îles.
Tras la publicación, decenas de personas se han mostrado interesadas en ayudar al animal.