La muerte de un perro es un momento extremadamente doloroso para cualquier persona, ya puede generar una tristeza comparable a la pérdida de un ser querido.
Ante esta realidad surge una pregunta: ¿hasta qué punto es válido mantener viva la memoria de nuestro compañero de cuatro patas?
Un elemento más de decoración
Para muchos amantes de los perros, hay límites que no deben cruzarse. La sola idea de tratar como uno quiera al animal fallecido les resulta perturbador.
Este enfoque poco convencional fue adoptado por una familia australiana y llevado a cabo por Maddy, una taxidermista, propietaria de la empresa Chimera Taxidermy.
Maddy, de 29 años, se siente orgullosa de esta excéntrica pieza de diseño interior, que, según ella, les permite a las familias "conservar una parte de su perro para siempre".
En casa por toda la eternidad
En este caso particular, la piel de este golden retriever fue cuidadosamente preparada: la cabeza, patas y cola fueron preservadas para que la familia pudiera tener un recuerdo tangible y duradero de su fiel compañero.
Por su parte, la piel fue tratada y convertida en cuero para evitar el desgaste del pelaje.
Desde su publicación en redes hace dos años, la propuesta ha generado opiniones muy divididas en Internet.
Mientras algunos alaban el trabajo de Maddy y les resulta conmovedor este recuerdo como forma de sobrellevar el duelo, otros lo rechazan rotundamente y lo han tachado de extremadamente perturbador.