Causaba preocupación entre varios vecinos de la pequeña localidad de Vendin-le-Vieil, situada en Paso de Calais, al norte de Francia.
Encerrado tras la mudanza de la inquilina de a vivienda, que tuvo lugar el 4 de marzo de 2025, el gato negro tuvo que esperar un mes entero antes de ser liberado.
El apoyo de los vecinos, las diferentes peticiones y las llamadas de auxilio a los servicios competentes no fueron suficientes para sacar al animal de aquella residencia desocupada.
Alimentado gracias al buzón de la puerta
Muy comprometidas con el pobre minino, unas vecinas hicieron todo lo que estuvo en sus manos por ayudarle.
Primero de todo, contactaron con la antigua inquilina, que simplemente afirmó que el gato no era suyo.
Por su parte, el propietario de la casa tampoco se mostró solícito. El coste para abrir la vivienda o reparar los daños causados por una entrada forzada tampoco ayudaban demasiado.
Impotentes ante las constantes negativas, dos de las vecinas redoblaron esfuerzos para que el gato sobreviviera en aquellas condiciones. Le proporcionaron agua y comida gracias a la ranura del buzón de la puerta de la vivienda.
Aproximadamente un mes después del hallazgo, una asociación llamada Les Given'chats decidió intervenir e insistir ante las autoridades competentes.
Llamado Salem, el animal fue hallado bastante delgado y con una probable leve infección respiratoria. Ahora, solo queda esperar que se recupere y que encuentre un hogar pronto.
