Cuando Rufus, su fiel rat terrier, falleció a principios de año, los Reiff sintieron un vacío inmenso. El pequeño había sido adoptado varios años antes en un refugio de la SPCA de San Francisco (Estados Unidos), y formaba parte integral de la familia.
Días después del fallecimiento, buscando un nuevo animal, encontraron el perfil de Ziggy, otro rat terrier anciano. Desde su encuentro, la conexión fue inmediata. El perro tenía algo familiar, casi inquietante.
Una prueba de ADN que lo cambia todo
De vuelta en casa, los Reiff se quedaron muy sorprendidos por las similitudes entre Ziggy y su difunto Rufus.
Los resultados los dejaron sin palabras: Ziggy era en realidad… el padre biológico de Rufus. Una coincidencia rarísima, confirmada por el laboratorio, que conmovió a toda la familia.
Incluso Sherri Franklin, fundadora de Muttville, no salía de su asombro. En casi veinte años de rescates, nunca había sido testigo de una historia parecida. Para ella, al igual que para los Reiff, es una sorpresa increíble que les brindó consuelo en el momento que más lo necesitaban.
Un final feliz para Ziggy
Ziggy, por su parte, ignora todo sobre este descubrimiento, pero desde su adopción, vive su vejez tranquilo y feliz, sin saber que ha reencontrado, por la mayor de las casualidades, a quienes amaron a su propio hijo.