Cuando Lovebug fue rescatada por la asociación Hope for Life Rescue, en Virginia (Estados Unidos), acababa de dar a luz.
Muy delgada y asustada, la perra se negaba a que se acercaran a sus cachorros, a los que protegía ferozmente. Pero lo que más sorprendió al equipo del refugio fue el impresionante número de cachorros: ¡había parido a 14 perritos!
Para una perra de tamaño mediano, una camada así es extremadamente rara.
Una mamá extraordinaria
Al principio, la perra temblaba cada vez que alguien se le acercaba. Era difícil intentar ayudarla, ya que era muy desconfiada. Pero los voluntarios sabían que no aguantaría mucho tiempo.
Poco a poco, una voluntaria llamada Suzie se ganó su confianza. Cada día, se sentaba a su lado, le leía historias y le traía pollo casero.
Gracias a esta paciencia y al afecto constante del equipo, Lovebug comprendió que podía bajar la guardia. Finalmente, aceptó la presencia humana, sin dejar de cuidar a sus pequeños con una ternura admirable.
Una segunda oportunidad
Muy pronto, los cachorros comenzaron a moverse, a explorar su entorno, siguiendo a su madre a todas partes. Llenos de energía, socializaron rápidamente.
Hoy, varios años después de su rescate, Lovebug y sus 14 crías viven felices con sus respectivas familias. La dedicación de esta perra, combinada con la implicación de los voluntarios, les ayudó a ofrecerles un futuro lleno de amor.