Para horror del motorista, había cuatro cachorros empapados y temblorosos atados a una puerta, abandonados bajo la lluvia torrencial.
El hombre, intuyendo que algo iba mal, se puso enseguida en contacto con la RSPCA (Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales), que envió rápidamente a un inspector al lugar.
Una escena desgarradora
Mientras Brookes cargaba cuidadosamente a los angustiados cachorros de cockapoo en su furgoneta, uno de ellos, demasiado aterrorizado para caminar, tuvo que ser llevado en brazos.
Apretándo con fuerza a la hembra, Brookes notó algo. "Sostuvo mi mirada y no la apartó. Ya en la clínica veterinaria, no se separaba de mi lado."
Investigación de la RSPCA
Los cachorros, todos de 10 meses de edad, tenían microchip, pero los datos estaban desactualizados, lo que no permitió contactar con los propietarios.
Ahora, por fin a salvo, están recibiendo la atención que necesitan mientras la RSPCA investiga sus orígenes.
"Fue un acto de crueldad", añadió Brookes. "Instamos a cualquier persona que tenga información a que se ponga en contacto con nosotros."
Gracias al buen ojo del motorista, estos cachorros gozan ahora de una segunda oportunidad.