Louisa Grimsdell vive en Irlanda del Norte con su pareja, que se alistó en el ejército en 2021. Una decisión que supuso un cambio radical en la vida de la joven.
Desde entonces, cuando su novio se va de misión por todo el mundo, deja a Louisa sola durante varias semanas o meses.
Una adopción de ensueño
La joven llevaba muy mal la soledad, por lo que decidió animarse adoptando un cachorro de golden retriever.
Un año después de la llegada de la perra al hogar, una amiga le pidió que cuidara de sus pitbulls durante un tiempo. Aquella experiencia resultó reveladora para la joven, ya que Willow disfrutó enormemente de la compañía de los otros perros.
Fue entonces cuando su madre le sugirió adoptar un segundo compañero canino.
Tras varios días de reflexión, Louisa acudió a una protectora con la esperanza de encontrar otro golden retriever, pero se llevó una decepción: esta raza suele escasear en los refugios.
Un trío canino
Varias semanas más tarde, se topó con una publicación sobre Oscar, un cachorro de golden retriever que buscaba hogar.
Allí, Louisa descubrió que la hermana de Oscar también estaba disponible para adopción. Para ella fue imposible separarlos.
En cuestión de días, Willow pasó de ser hija única a convertirse en la hermana mayor de una pequeña manada de tres.
"Nos dijeron que provenían de un criadero donde, al no lograr venderlos, habían decidido sacrificarlos.", explicó.
Los primeros días fueron fundamentales para que los tres perros se adaptaran y formaran un vínculo entre ellos. A Cameron no le sorprendió en absoluto que su pareja hubiera decidido adoptar a todos los cachorros.