Aquella mañana del pasado 8 de diciembre, la lluvia no daba tregua y el transportín empezaba a empaparse peligrosamente.
Al verla, un transeúnte alertó de inmediato al equipo de la protectora para informar del abandono.
Caras conocidas
Cuando el personal llegó al lugar y levantó la tapa del transportín, descubrió que en su interior había cuatro cachorros, acurrucados unos contra otros para protegerse del frío.
No tardaron en establecer la conexión con un abandono anterior: apenas unas semanas antes, siete cachorros prácticamente idénticos habían sido abandonados del mismo modo y en circunstancias muy similares.
Todo apuntaba a que los once formaban parte de la misma familia, aunque pertenecían a camadas diferentes.
Sanos y salvos
Tras el rescate, el personal lavó a los cachorros y los acomodó en una cama cálida y acogedora. Los cuatro pequeños, de unas ocho semanas de edad, fueron bautizados como Sunny, Rain, Drizzle y Puddle.
Dado que los siete cachorros abandonados anteriormente ya han encontrado hogar, el equipo confía en que estos cuatro corran la misma suerte.
Mientras tanto, la protectora está intentando localizar al responsable de ambos casos de abandono y ha hecho un llamamiento para recabar información que ayude a esclarecer lo ocurrido.