Publicidad

perrita aprende a mover la cola

Un ejemplo de superación. 

© Brenda has found her furever home / Facebook

Tras un año en el refugio, este pitbull aprende a mover su cola de nuevo

Por Luis Piqueras Ferriz Redactor | Traductor

Publicado el

Brenda es una mezcla de pitbull y terrier americano de 4 años de edad, y su vida en el refugio a la espera de una nueva familia es un auténtico ejemplo de superación. 

En 2016, el refugio de Long Island se encontraba a su máxima capacidad, albergando a más de cien perros en busca de hogar. Sin embargo, la historia de Brenda destacó como una de las más tristes.

Cuando la gente camina por los las jaulas del refugio, casi todos los perros se apresuran a la verja y a ladrar, pero Brenda se queda acurrucada en su cama.

La historia de Brenda

"Si alguien entrara al refugio y me preguntase qué perro necesita un hogar con más urgencia", decía John Esposito, voluntario del refugio animal Hempstead Town, "sin duda, le diría que Brenda."

En vídeo:
Source: Hempstead Town Animal Shelter
Brenda © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Brenda fue llevada al refugio después de ser rescatada de la calle. Desde entonces, experimentó constantes temores en su entorno, lo que resultó en una notoria pérdida de peso debido a la ansiedad. 

A pesar de los esfuerzos del refugio por ayudarla a recuperar peso, su estado físico seguía siendo delicado. Un voluntario la describió como "un corderito callado", destacando su naturaleza tímida y amable.

Después_de_un_año_en-01
Un ángel de cuatro patas. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter
Source: Hempstead Town Animal Shelter
Una perrita muy cariñosa. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Por mucho tiempo, Brenda tuvo miedo de salir a caminar

No fue hasta pasado un tiempo que los voluntarios fueron capaces de llevarla a pasear por el camino que todos los perritos toman a diario. 

Brenda se mostraba tan calmada que, al contrario que otros muchos canes, no perseguía a los patos, sino que los veía pasar, como si estuviera perdida en sus pensamientos.

Source: Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelterr
Brenda mirando a los patos. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Con cada paso que da, los voluntarios ven en Brenda un tipo especial de magia esperando salir a relucir. Cuando alguien se acerca para sacarla a pasear, ella lanza una mirada que sugiere que no se siente merecedora de ese cariño: "Es como si pensara: '¿De verdad? ¿Yo? ¿Me eliges a mí?'", explicaba un voluntario.

Source: Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelterr
Agradecida de salir a pasear. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Recuperando las ganas de seguir adelante

Tiempo después, el refugio percibió un gran cambio en Brenda.

Cuando veía a sus amigos, su cola empezó a moverse un poco, algo que antes era inimaginable. Era un movimiento imperceptible, pero estaba ahí. 

En el campo, caminando, los voluntarios afirmaron percibir un atisbo de sonrisa en las comisuras de su boca. Tenía un aura que uno de los voluntarios describió como "energía tranquila y relajante".

Source: Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter
La perrita recuperó las ganas de seguir adelante. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Un día resultó extraordinariamente memorable para los voluntarios. Optaron por llevar a Brenda a una sala de la perrera, donde la aguardaban numerosos juguetes y pelotas de tenis

Brenda no podía creer su suerte y algo se iluminó detrás de sus ojos curiosos y reflexivos. Se entregó al juego sin cesar hasta que llegó el momento de regresar a su jaula. Un voluntario confesó: "Ese día se le notó genuinamente feliz".

Source: Hempstead Town Animal Shelter
Una cara irresistible. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter
Brenda jugando con pelota
Jugando con su pelota. © Cynthia Raven / Hempstead Town Animal Shelter

Fue probablemente entonces cuando el refugio se dio cuenta de que la perrita por fin estaba preparada para encontrar una familia. Así pues, crearon un perfil de Facebook para facilitar su adopción. 

Afortunadamente, el 21 de agosto de aquel mismo año, la buena noticia se confirmaba: Brenda se subía al coche que le llevaría a su nuevo hogar

Esperemos que, allá donde esté, sea la reina de la casa. Su ejemplo de superación y sus ganas por recuperar la sonrisa son una lección para todos. ¡Se lo merece! 

Más sobre...

¿Qué le ha parecido la noticia?

¡Gracias por tu opinión!

¡Gracias por tu opinión!

Comentarios
Comentar
¿Quiere compartir este artículo?