Roscoe llevaba más de tres años viviendo en la calle. Sobrevivía con las sobras que le daban los residentes de la zona por la que vagaba, tal y como aseguraron los voluntarios que un día lo recogieron y lo llevaron al refugio de animales de Washington Country TN.
Intentaron averiguar de dónde había salido el animal y quién era su dueño, en caso de tener uno. Pero no hubo suerte.
El perrito no podía confiar en los humanos
Una vez instalado en el refugio, Roscoe (así lo bautizó el personal) quería estar solo. El animal no confiaba en los humanos y, a diferencia de muchos de los perros que llegaban al refugio, le costaba establecer una conexión con el personal del refugio.
Pero los voluntarios no querían renunciar a Roscoe, así que decidieron no darse por vencidos. Quería saber más sobre su historia. Por lo que publicaron su foto en la página de Facebook con la intención de que alguien reconociese al Roscoe.
El momento más feliz del mundo
A los pocos días, un hombre se puso en contacto con el refugio asegurando que había perdido a su perro hacía tres años.
El señor también explicó que siempre había tenido la esperanza de reunirse con su perro, pero que el pasó del tiempo le incitó a renunciar a la posibilidad de reencontrarse con su mascota. Su casa estaba lejos de donde los voluntarios encontraron al perro.
Su dueño lo reconoció y se desplazó hasta el refugio
Cuando el hombre se paró frente al chenil de Roscoe, no podía creer lo que veían sus ojos. Delante de él estaba su querido perro Runt, al que no había visto en tres años.
En un primer momento, el perro estudió a su amo con recelo. Pero pronto se dio cuenta de quién era, y su miedo se convirtió en alegría absoluta. En unos instantes, este perro, antes solitario y antipático, se abalanzó sobre el hombre y se dejó acariciar y abrazar por primera vez en tres años.
Runt regresó a casa con su familia y nunca ha sido tan feliz.