Sucedió en octubre de 2020 en una zona residencial de Filadelfia. Emily se levantó en mitad de la noche para buscar el chupete de su bebé, que estaba llorando.
Cuando salió de su dormitorio para ir a la habitación de la pequeña, adviertió una presencia en la oscuridad. Sentado en las escaleras de la casa vio la sombra de un perro. Pero la familia no tenía ninguno...
Un despiste afortunado para el animal
Enciende las luces y, completamente sorprendida, miró al perro. El animal estaba muy delgado, casi en los huesos. Estaba asustado y parecía estar temblando de frío.
La mujer, inquietada, lo primero que hizo fue revisar la cámara de seguridad. Esa que no puede faltar prácticamente en ningún hogar estadounidense que se precie.
Y gracias a la grabación comprobó que, por despiste, la puerta de la casa no estaba bien cerrada.
Anciana y abandonada
Evidentemente, aquella noche nadie durmió. Porque Emily y Jack decidieron atender al perro y, a la mañana siguiente, lo llevaron al veterinario para que le hicieran un chequeo.
Allí fueron informados de que la perra era de edad avanzada, por lo que sus posibilidades de ser adoptada en un refugio eran muy pocas.
Así que la pareja decidió llevarse de nuevo la perrita a casa y adoptarla oficialmente. La llamaron Suzy.