Pasó hace ya algunos años, concretamente en 2015; pero esta historia es tan sorprendente que, todavía hoy, sigue teniendo repercusión y llamando la atención.
En la costa este de Inglaterra
Todo sucedió en Frampton Marshes (Inglaterra), cuando un hombre, llamado Ian Ellis y procedente de Boston, disfrutaba de las vistas en la reserva de aves RSPB.
Mientras observaba a las aves a través de su telescopio, Ellis se topó con una imagen inusual: divisó un rebaño de unas 30 vacas y, a sus pies, lo que parecía ser un cachorrito atrapado en el barro.
Las apariencias engañan
Al ver el peligro que corría la criatura, Ellis decidió intervenir, pero cuando intentó ayudarlo a salir de ahí, descubrió con asombro que aquello no era un perro.
Se trataba, nada más y nada menos, que de un bebé de foca, que se había salido del arroyo y perdido de su madre, de la que no había ni rastro.
Entonces, el buen samaritano de esta historia se puso en contacto con los guardas de la reserva de aves y también con Skegness Natureland, un santuario de focas, que se hizo cargo de la situación y también contó lo sucedido a través de sus redes sociales.
Un verdadero héroe
Teniendo en cuenta la gravedad del asunto, ya que la cría era muy pequeña - posteriormente descubrieron que tenía solo 5 días de vida- y que presentaba signos de deshidratación; el personal del santuario no tenía tiempo de llegar al lugar antes de que fuese demasiado tarde.
Decidieron das las indicaciones precisas a Ellis, que fue quién sacó al bebé foca de su “trampa” casi mortal. Afortunadamente, su salvador la vio a tiempo, y en Skegness Natureland le dieron todos los cuidados necesario para que “Celebración”, que así la llamaron se recuperase al 100%.