Ogün Öztürk es un veterinario que trabaja en los alrededores de un pequeño pueblo de Turquía. En febrero de 2021, en pleno temporal, acudió a la llamada de un cliente por una de sus vacas.
Se trataba de una consulta sencilla, según publicó el medio turco, Orduda Haber, en su página de Facebook; pero el veterinario se dio cuenta de algo que cambió sus planes.
Una sombra en la nieve
Mientras se hacía cargo de la vaca vio, entre la nieve, una extraña sombra que avanzaba hacia él.
No podía salir de su asombro cuando se dio cuenta de que se trataba de una niña, que se movía con dificultad entre la nieve porque llevaba un perro a cuestas.
La verdadera heroína
Cemre Su Türköz, de ocho años, había oído que un veterinario acudiría aquel día a la zona, y no se lo pensó dos veces: tenía que examinar a su perrito, por lo que recorrió todo el camino sola y a través de la nieve, cargando a su perro.
Durante más de un kilómetro, Cemre caminó con Pamuk sobre sus hombros.
Ogün Öztürk, por supuesto, examinó al perro, que no tenía nada grave. Se trataba de una dolencia que podía tratarse de forma sencilla con un antiparasitario.
Por supuesto, la pequeña quedó de lo más agradecida con el veterinario.