Lipoptena cervi es el nombre científico de Hirschlausfliege. La mosca del venado es una especie de mosca mordaz encontrada en Europa, Siberia y en el norte de China y tiene un tamaño de entre 5 y 6 milímetros. Ciervos, venados, caballos o ganado, entre otros, fueron sus primeras víctimas. Pero desde hace varios años esta mosca también se alimenta de perros, gatos, aves domésticas.
Su aspecto es, a simple vista, similar al de una pequeña mosca. Pero su diferencia con las moscas es que la lipoptena cervi se alimenta de la sangre del huésped de forma similar a la garrapata.
Numerosos profesionales y veterinarios han señalado que la picadura de la mosca de venado puede afectar directamente a los perros y causarles daños importantes (expuestos más abajo). Martin Rütter, entrenador canino alemán, ha mostrado en su página web su preocupación ante un posible ataque de la lipoptena cervi en perros.
''Este parásito supone un peligro especial para los animales salvajes, pero también para los humanos, los caballos, los gatos y los perros especialmente entre los meses julio y octubre'', señaló Rütter.
La mosca de venado supone un peligro para los perros
Según el entrenador alemán, la mosca del venado lleva varios años eligiendo a nuestras mascotas como huéspedes y es la autora de terribles dolores en ellas. ''Los perros que sufren una picadura de esta mosca suelen retorcerse hacia atrás en señal de pánico cuando se produce la picadura. Algunos no pueden dejar de lamerse y/o morderse en el lugar en el que han sido atacados'', subraya Rütter.
El dolor causado por la picadura puede durar hasta 20 minutos y provocar erupciones cutáneas purulentas y fiebre en los animales afectados. El ataque de la mosca de venado puede transmitir la peligrosa bacteria Bartonella schoenbuchensis al perro que produce una enfermedad llamada bartonelosis canina, más conocida como arañazo de gato.
Si no se detecta a tiempo, este insecto se reproduce en el huésped durante un año.
¿Cómo proteger a los perros de la mosca de venado?
La mosca del venado no es fácil de detectar debido a su tamaño sobre todo en perros con pelaje largo y en los cuadrúpedos con pelaje muy grueso. Es imprescindible cepillar a fondo al perro muestra algún comportamiento llamativo tras un paseo por el bosque.
Y ante la más mínima duda, lo mejor es acudir al veterinario. El doctor eliminará el parásito y tratará la herida de la mordedura.
Aunque lo mejor para proteger al perro de estos parásitos voladores es evitar las zonas boscosas en las que proliferan estas moscas durante los meses de julio a octubre.