Arnold es un perro ciego que ha cautivado a millones de personas (concretamente a más de 28) después de que se compartiera en las redes sociales un vídeo suyo.
''No puedo dejar de reír'', ''Este perrito me ha tocado la fibra'', ''Necesito abrazar a Arnold''... comentaban algunos usuarios tras ver las imágenes.
El clip, publicado en la cuenta de TikTok @apa4dogs, muestra la reacción de Arnold al encontrar su pelota. A Pawsitive Approach (@apa4dogs), una empresa de adiestramiento de perros con sede en Kittery, Maine (Estados Unidos) fue la encargada de compartir las imágenes con sus seguidores, y el resto es historia.
El adiestrador canino Erin Mahoney (propietario de la empresa citada sobre estas líneas) comenta que Arnold -o Arnold Ray (su nombre completo)- tiene 6 años y nació ciego debido a una hipoplasia cerebelosa progresiva. Aquí puedes encontrar más información respecto a esta dolencia.
"Esta disfunción también provoca una rápida oscilación de los ojos, temblores, falta de equilibrio y coordinación, una postura amplia y los movimientos exagerados que se ven en sus "golpecitos de punta"", explica.
Aunque el pitbull no puede ver, es capaz de disfrutar de una vida activa repleta de cosas divertidas que los canes aman. Como por ejemplo, y a las imágenes nos remitimos, unas horas buscando tesoros en el parque.
Un ejemplo de superación
"Así que este es Arnold. Arnold no puede ver. A veces Arnold encuentra tesoros en el parque sin ayuda de nadie y está muy orgulloso de sí mismo", estas son las palabras que se pueden leer al comienzo del vídeo que termina mostrando al perro acercándose a su entrenador mientras este se desvive en elogios hacia él:
Animado por las palabras de su cuidador, Arnold suelta un ladrido emocionado a la par que mueve la cabeza de izquierda a derecha. Le siguen varios ladridos más, asegurándose de que no haya dudas de que es un perro feliz.
Lo que es una acción bastante sencilla para un perro que puede ver se convierte en algo mágico si se tiene en cuenta el estado de Arnold y las dificultades a las que probablemente se ha enfrentado en su vida hasta el momento.
Las imágenes también sirven para desmentir un error común, pensar que los perros ciegos llevan una vida menos activa que sus homólogos videntes. A los vídeos de este pitbull nos remitimos para desmentirlo.