El ladrido es una herramienta de comunicación del perro.
Leemos a menudo que el animal habla con su propio lenguaje. En realidad, los animales utilizan muchas formas de comunicación: visual, acústica, olfativa, táctil.
Para comprender bien qué significa el ladrido de un perro hay que tener en cuenta el contexto, junto con el resto de signos de comunicación que nos envía, y desde luego identificar los tipos de ladridos de perros.
Tipos de ladridos de perros
El perro tiene varias maneras de vocalizar, y no hay consenso para denominarlas.
Las principales son:
- Ladrido.
- Gruñido: se trata de interacciones agresivas o que se producen cuando está jugando.
- Grito: son sonidos muy agudos que se emiten en secuencias, asociados a la percepción de dolor.
- Alarido: vocalizaciones asociadas a sensaciones desagradables en los cachorros.
- Gemidos: de duración más prolongada, con un tono lastimero.
- Aullido: más frecuente en el lobo, pero también presente en el perro ocasionalmente.
Dentro de la categoría del ladrido, es posible también notar que existen diferentes tipos de ladridos de perros, cada uno con su propio significado.
En efecto, los ladridos de los perros pueden variar en tono, duración, volumen e intensidad, y pueden indicar diferentes estados de ánimo o necesidades.
A continuación se presentan algunos tipos comunes de ladridos de perros:
- Ladrido de alerta: Se trata de un ladrido agudo y rápido, que suele ser una respuesta a un estímulo externo, como la presencia de un extraño o un ruido inusual. El perro puede estar tratando de advertir sobre una posible amenaza.
- Ladrido de juego: Este tipo de ladrido es alegre y juguetón, y suele estar acompañado de movimientos animados. Los perros pueden usar este ladrido durante el juego con otros perros o con sus dueños.
- Ladrido de ansiedad: Los perros pueden ladrar cuando se sienten ansiosos, nerviosos o inseguros. Este ladrido puede ser intermitente y a menudo está acompañado de comportamientos como temblores en el perro o jadeos.
- Ladrido de atención: Algunos perros pueden ladrar para llamar la atención de sus dueños, especialmente si quieren que se les dé comida, juegos o afecto. Este ladrido puede ser persistente y suele detenerse una vez que el perro recibe la atención deseada.
- Ladrido de excitación: Este ladrido ocurre cuando el perro está emocionado por algo, como la llegada de su dueño, o la anticipación de una actividad divertida, como un paseo en coche.
- Ladrido territorial: Los perros pueden ladrar para defender su territorio de intrusos, como otros perros o personas desconocidas. Este ladrido puede ser largo y persistente, y el perro puede mostrar signos de agresión o alerta.
- Ladrido de dolor o malestar: Si un perro está experimentando dolor, malestar físico o enfermedad, puede ladrar para comunicar su malestar a sus dueños. Este ladrido puede ser lastimero y puede ir acompañado de otros signos de malestar, como cojera o inactividad.
Conocer e identificar los tipos de ladridos de perros puede ser muy útil para comprender mejor a tu perro y lo que está comunicando.
En este vídeo se habla más sobre este tema:
¿Por qué unas razas de perro ladran más que otras?
El comportamiento vocal de un perro ha sido poco estudiado hasta ahora, pero los especialistas en etología especulan mucho sobre ello, especialmente sobre el ladrido.
Por ejemplo, se ha notado que ciertas razas (entre ellas los galgos) ladran menos que otras . El umbral para poner en marcha ladridos es, igualmente, distinto dependiendo de las razas: los cocker son conocidos por ladrar fácilmente, por ejemplo.
Sin embargo, se trata de un umbral bajo en general, pues es cierto que los perros ladran fácilmente.
Una posible explicación es que el ser humano ha elegido durante mucho tiempo a los perros por su capacidad de alertar sobre el peligro con sus ladridos; por eso es natural que se expresen de esa manera con nosotros hoy en día.
Comprender los ladridos de mi perro
La comunicación sirve, entre otras cosas, para traducir el estado emocional: por sus ladridos (y otras formas de vocalizar, posturas, etc.) el perro informa a su entorno y, especialmente a su dueño, de sus emociones, ya sean positivas o negativas.
Un ladrido puede producirse en contexto negativo (miedo o agresión), pero también positivo (manifestación de alegría o excitación).
Los humanos son muy hábiles para, de forma intuitiva, distinguir los diferentes tipos de ladrido. Pero pueden cometer errores de comprensión igualmente: antropomorfismo, sobreinterpretación…
El error viene a menudo porque el ladrido es interpretado solo, de forma independiente o aislada, sin que el humano tenga en cuenta el resto de la comunicación, el contexto que ha hecho que el perro ladre.
Es, por lo tanto, muy importante, para poder responder a esta cuestión, observar atentamente a tu perro y el contexto en el que ladra: ¿Qué otros signos de comunicación envía? ¿En qué momento del día lo hace?