William todavía no ha superado todas las adversidades a las que ha tenido que enfrentarse. Un día después de ser rescatado de un refugio en Los Ángeles, todavía mostraba recelo y gruñía a todos aquellos que se acercaban demasiado a él.
Pero no se podía culpar al animal por su comportamiento. William había sido encontrado cuidando a su dueño, quien lamentablemente había fallecido.
Se cree que William estuvo velando a su propietario durante una semana entera. Cuando finalmente fue descubierto y llevado al refugio, la situación se tornó aún más difícil para él.
Una estancia complicada en el refugio
Debido a sus problemas de comportamiento, el personal del refugio lo consideró altamente agresivo y lo incluyó en la lista para sacrificarlo. Cherie Durand no se sorprendió cuando se enteró de esta decisión.
"Si me encuentro hambrienta, desamparada, asustada y congelada, y me atrapan con una red, me meten en una caja y me llevan a un lugar desconocido para vivir en una jaula, donde un montón de extraños quieren tocarme y donde estoy rodeada de otros perros que no paran de llorar, también reaccionaría de manera agresiva. Probablemente, me enviarían directamente al paredón".
Como fundadora del grupo de rescate Anchors Up Rescue Group, Durand comprendía a la perfección el estado de William. Por esta razón, cuando se enteró de la situación del perro, intervino de inmediato y se lo llevó consigo para cuidarlo personalmente.
Un nuevo comienzo
El cambio no fue un camino de rosas: William todavía cargaba con el peso del enfado y la desconfianza hacia todos, pero en sus ojos se vislumbraba algo más que simple furia: se detectaba dolor y desilusión.
Sin embargo, todo sufrimiento puede sanar, y William empezó poco a poco a mostrar señales de evolución.
Dicha voluntad se manifestaba en la forma en que el animal se acercaba al recipiente de agua que le ofrecían, incluso si a veces venía acompañado por un gruñido dirigido a la persona que le estaba intentando ayudar.
Un futuro prometedor
Durand no se inquietó mucho al respecto, ya que conoce muy bien a perros como William y su objetivo es ayudar a este tipo de animales.
"No seleccionamos a los cachorros adorables de 6 meses que encontrarán un hogar fácilmente", enfatizaba. "Nos enfocamos en los perros mayores que se enfrentan problemas físicos, emocionales o mentales. Por lo general, son animales que están heridos o experimentan algún tipo de sufrimiento".
Según las últimas informaciones que compartió el refugio en 2017, una mujer, que encontraba a William cierto parecido con su antiguo perro, deseaba adoptar al animal para ayudarlo a superar todos sus miedos.
Si bien desconocemos qué le deparó el destino a William desde entonces, esperamos sinceramente que dicha mujer haya conseguido que el animal recupere la fe en el ser humano.
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