Dustin Shepherd caminaba hacia su coche cuando vio un trozo de papel en el limpiaparabrisas.
Lo que encontró al abrir el capó
Según contó Dustin al medio Love Meow que se hizo eco de la historia en septiembre de 2017, la pequeña estaba allí, atrapada entre los cables y, con mucho cuidado, la sacó.
"Me dejó cogerla sin problema, no se puso nerviosa hasta que llegamos a casa", aseguró el hombre. Un poco de comida y muchos mimos hicieron el resto.
La hora del baño
La gatita estaba cubierta de suciedad y grasa, por lo que se hizo más que necesario un primer baño.
El siguiente paso fue comprar todo lo necesario para el gatito: comida, un arenero y algunos artículos de higiene.
Tras todos estos cuidados, la gatita empezó a serenarse, ¡incluso empezó a ronronear y se acurrucó junto a su nuevo humano!
A pesar de que la gatita empezaba a sentirse como en casa, el contrato de alquiler de Dustin no le permitía tener animales en casa, por lo que él y su novia, Mary, se plantearon llevar a la gatita a un refugio.
Afortunadamente, la historia llegó antes a oídos de una amiga de Mary, llamada Smiths, que se ofreció rápidamente a adoptarla, ya que su hijo pequeño había estado pidiendo desde hacía un tiempo un minino.
Su nueva familia
La partida de la gatita fue un momento agridulce, pues la pareja ya se había encariñado con ella.
Sin embargo, también estaban felices de que la pequeña heroína hubiese encontrado un hogar lleno de cariño y un nuevo hermano humano con el que jugar...
¡Desde el primer momento, el pequeño y la gatita se llevaron a las mil maravillas!
Los dos bebés, como se puede apreciar en el siguiente vídeo, se hicieron inseparables desde el primer momento.
Y es que, cuando crecen juntos, animales y niños forjan verdaderas historias de amor fraternal para toda la vida. ¡Esperemos que, siete años más tarde, ambos sigan tan unidos como entonces!