En verano, puede pasar que los perros sufran picaduras de abejas o avispas. Como nos pasa a nosotros los humanos, este hecho puede llegar a ser grave en algunos casos; por lo que no hay que tomarse a la ligera las picaduras de insectos en nuestras mascotas.
Las picaduras de avispas
Aunque sacar a pasear a nuestro perro puede tener más beneficios de los que pensamos, también puede causarnos algún inconveniente, como las picaduras de determinados insectos. La picadura de avispas, por ejemplo, que resulta dolorosa para el animal, a pesar de que en la mayor parte de los cosas no suele ser muy grave. Es conveniente, no obstante, supervisar al perro por si tiene alguna reacción alérgica. Cuando se procuce una picadura por este insecto, no queda aguijón en la piel del perro.
El perro y las picaduras de abeja
Más molestas y dolorosas que las picaduras de avispa, las picaduras de abeja tienen el inconveniente de dejar tras ellas un aguijón que habrá que retirar. Para hacerlo, lo mejor es frotar con el dedo para hacer salir el aguijón y evitar utilizar las pinzas, que podrían incrustar aún más el veneno.
¿Cómo curar una picadura de avispa o abeja en un perro?
Una vez retirado el aguijón, en el caso de las abejas, podemos aliviar la picadura aplicando algunos cubitos de hielo (cubiertos por una tela) directamente donde se ha producido. Esto debería hacer disminuir rápidamente el dolor y la hinchazón.
Después, solo podemos supervisar el estado de salud del perro y estar atentos a cómo evoluciona la hinchazón. En caso de duda, sobre una posible reacción alérgica, hay que consultar al veterinario. Aunque las picaduras de insectos no provocan ninguna de las enfermedades más comunes en los perros, hay que poner especial atención si esta se produce en la garganta o en el cuello, en cuyo caso lo mejor es consultar con un especialista.
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