La búsqueda de la felicidad ha sido una constante en la historia de la humanidad. Muchos filósofos han intentado definir qué es la felicidad y, más importante aún, cómo conseguirla.
Desde una concepción simplista podemos decir que la felicidad sería un estado de satisfacción plena. En base a esta premisa y aterrizando el concepto a una visión perruna del asunto -¿cómo saber si mi perro es feliz?- analizamos esta pregunta a nivel práctico.
¿Cómo saber si tu perro es feliz?
Nuestros perros sienten emociones similares a los seres humanos, pero las expresan de manera diferente. Y es que los cambios hormonales asociados a las emociones que vivimos los humanos no se alejan de los que sufren nuestros perros, ellos sienten alegría, miedo o enfado, pero ¿cómo nos lo comunican?
Los perros nos comunican sus emociones con tres herramientas:
- Lenguaje corporal.
- Comportamiento.
- Estado de salud.
Aprendamos a diferenciar aquellas que hacen referencia a la felicidad.
Señales de que un perro está contento
¿Cómo es su lenguaje corporal?
Si observamos su lenguaje corporal, veremos qué indicios indican que nuestro perro es feliz.
En general, un lenguaje corporal relajado será un signo de felicidad perruno inequívoco. Pero qué es esto de lenguaje corporal relajado, pues bien, aquí van algunas pistas:
- Tienen una expresión facial de tranquilidad, la boca puede estar parcialmente abierta con expresión suave o estar cerrada.
- Muestran las orejas relajadas: no echadas hacia atrás o en actitud de alerta.
- Su postura corporal general es de tranquilidad y sosiego: los músculos no están tensos, la cola está en una posición neutra (ni levantada ni debajo de las patas)
- La cola puede mostrar un ligero movimiento de un lado a otro o un movimiento circular.
Claro que cada perro debe ser contemplado en su individualidad y tener en cuenta aspectos derivados de su raza que le hagan tener una composición corporal diferente y por ello deberemos aprender a interpretarlo según sus particularidades, pero, en general, un perro feliz se verá cómodo y relajado.
¿Qué comportamiento muestra un perro contento?
Por otro lado, qué comportamientos podemos observar en nuestro perro cuando esté se ve invadido de felicidad:
- Los perros felices se emocionan cuando nos ven, tienen los ojos brillantes, mueven su cola y buscan el contacto con el humano (pueden apoyar su cabeza en nuestras manos o piernas, acurrucarse a nuestro lado), nos demuestran con todo su cuerpo lo felices que son cerca de nosotros. Buscan nuestra compañía, nos siguen a todos lados, duermen cerca de nosotros y nos reciben entusiasmados cuando llegamos a casa.
- Por otro lado, disfrutan de los momentos de juego con nosotros e incluso los demandan en ciertos momentos trayéndonos objetos para jugar. En general disfrutan de las actividades junto a los humanos: largos paseos, correr, subir al coche para ir a lugares especiales, …
- Además, si nuestro perro nos enseña la barriga para que le acariciemos, es que se siente completamente seguro y confiado en nuestra presencia.
- Los perros felices muestran curiosidad, y es que esta conducta innata es un indicador de interés por su entorno y ganas de aprender lo que es sinónimo de un perro activo y feliz.
Perro sano, perro feliz
Por último, un perro sano es un perro feliz si observamos que:
- Nuestro perro duerme plácidamente, encontrándose seguro en su entorno.
- Se alimenta adecuadamente de lo que le servimos en casa.
- Su pelo es sedoso y brillante.
- Carece de enfermedades.
¿Cómo hacer feliz a un perro?
Desde luego, para poder disfrutar de una relación saludable con nuestros animales de familia se requiere de esfuerzo y responsabilidad.
Para ofrecer el mejor entorno para que tu perro sea feliz deberás cubrir sus necesidades basándonos en su etología, para lo cual debes saber que los perros tienen:
- Necesidades físicas.
- Necesidades cognitivas o intelectuales.
- Necesidades emocionales.
- Necesidades sociales.
Sin duda alguna compartir la vida con un perro es algo maravilloso, aprender el uno del otro, conocerse y generar un vínculo inter-especie fomentan relaciones exitosas, pero no olvidéis en cualquiera de los casos que la felicidad no es la meta sino el propio camino.