No existe una definición específica de la epilepsia en los perros, dado que esta comparte un enorme grado de semejanza con la que pueden padecer los humanos. Esta se produce cuando hay un exceso de actividad eléctrica de neuronas en la corteza cerebral del animal. La anomalía puede venir causada por múltiples razones y puede repetirse varias veces en la vida del perro ya que el origen se encuentra en lesiones estructurales del cerebro.
Epilepsia en perros: causas
La epilepsia puede sobrevenir a causa de:
- Un problema vascular (como un infarto cerebral).
- Complicaciones degenerativas, neoplássicas (tumores), metabólicas (hipoglucemia, encefalopatía hepática), anomalías estructurales (como por ejemplo la hidrocefalia), traumáticas (traumatismo tras un fuerte golpe) e inflamatorias (como el moquillo).
- También puede ser hereditaria.
Un ataque epiléptico canino es más frecuente en machos que en hembras, según diversos estudios veterinarios publicados a lo largo de las dos última épocas y suele dar la cara cuando los canes son cachorros. Por suerte, la ciencia veterinaria sabe (casi) todo lo que debe conocer sobre la epilepsia en perros para abordarla con garantías.

Al igual que sucede con las personas que la padecen, el que un perro la sufra no quiere decir que no esté sano. La epilepsia puede controlarse y reducirse al mínimo siempre que los perros que la padezcan tengan un tratamiento adecuado y este se les suministre puntualmente. Como en todos los problemas de salud, cuanto antes lo detectemos mejor, ya que atajarla en su fase inicial permitirá que los ataques se reduzcan mucho.
Las causas para sufrirla así como sus consecuencias son muy dispares. Una vez más te rogamos que no busques en la red las soluciones, pues solo el especialista determinará cuál es la mejor forma de contener la epilepsia en tu compañero.
Síntomas de un ataque epilético en perros
El Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios recoge las siguientes etapas con sus correspondientes síntomas que dan la luz de alarma.
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Pródomos: Días antes del ataque; el perro puede presentar cambios en su comportamiento (tendencia a esconderse, ansiedad, etcétera). Es difícil de apreciar y se da en pocos animales.
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Aura: Desde horas a segundos antes del ataque, los perros habitúan a vomitar y tienden a ser esquivos, huidizos.
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Ictus: Corresponde al ataque epiléptico en sí mismo. Como en los humanos, la pérdida de consciencia, las convulsiones y los movimientos involuntarios se producen durante los escasos minutos que suele durar.
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Post-ictal: Depresión mental, cierta desorientación y complicaciones más severas como la ceguera pueden ser la respuesta del organismo a la fase ictal.

Cómo actuar durante un ataque epiléptico canino
Esta es la cuestión más difícil de contestar. Porque la respuesta es una sola: mantener la calma.
Debemos también evitar que el animal se lesione cuando convulsione, retirarle el posible vómito o espuma de la nariz para mantener sus vías respiratorias despejadas y medir cuánto dura la convulsión.
- Si la convulsión ha durado más de 3 minutos, comunícaselo al veterinario para que le suministre un fármaco adecuado que reduzca el tiempo del ataque.
Tratamiento contra la epilepsia en perros

La epilepsia ni se cura ni tiene tratamiento preventivo. Lo que los medicamentos pueden es reducir los signos clínicos de la enfermedad para minimizar sus efectos, pero nada más. Por lo tanto, la idea de tu veterinario siempre será la de reducir la frecuencia, severidad y duración de los ataques. Para ello se utilizarán fármacos antiepilépticos (fenorbital y bromuro de potasio).
Aunque lo más importante para tratar esta enfermedad es un seguimiento periódico en tu clínica veterinaria de confianza para ir midiendo y evaluando el proceso de la enfermedad.
¿Hay razas de perros más propensas a la epilepsia?
En el pasado, la epilepsia en perros se asociaba a las razas grandes pero hoy esto ya no parece tan claro e incluso la idea se despacha como excesivamente generalista. Cada vez son más las razas medianas e incluso pequeñas que la presentan.