Los efectos 'positivos' de la marihuana
Ya sabemos qué es la droga. Hablamos de una sustancia, de origen vegetal, animal o sintética, que se utiliza con la intención de actuar sobre el sistema nervioso con el fin de potenciar el desarrollo físico o intelectual, de alterar el estado de ánimo o de experimentar nuevas sensaciones, y cuyo consumo reiterado puede crear dependencia o puede tener efectos secundarios indeseados. Hoy veremos la diferencia que existe en el uso que se hace de ella, centrándonos exclusivamente en el propósito terapéutico de la misma y dejando a un lado sus usos 'recreativos'.
En este artículo, nos fijaremos en el cannabinoides ya que en algunos países se está empezando a legalizar su mercado para un uso terapéutico. Sus efectos siguen siendo un campo por explorar y sus estudios están menos avanzados que las de otras clases de medicamentos, pero no podemos obviarlos porque los primeros resultados resultan cada vez más interesantes y abren la opción de explotarlo en muchas curas.
La doctora Stepahnie McGrath, una neuróloga veterinaria americana, fue la primera investigadora que recibió una importante financiación independiente en los Estados Unidos para documentar el potencial terapéutico del cannabis en los perros. Ella comandó un estudio sobre la epilepsia canina y luchó por publicar un trabajo piloto sobre el cannabis.
Su primer estudio, patrocinado por Applied Basic Science, examinó la farmacocinética del aceite de cannabidiol en 30 beagles investigados: cómo se comportaban las diferentes dosis y los sistemas de administración en la sangre de los perros y si había efectos secundarios dañinos, concluyendo que no había. Sin embargo, cuando llegó el momento de hacer públicos los resultados, McGrath se encontró con la resistencia de varias revistas científicas estadounidenses.
Aún así, la medicina veterinaria nunca ha dejado de lado este aspecto. Aunque los efectos pueden ser ligeramente diferentes dependiendo de cada especie, las pruebas realizadas a lo largo de la última década demuestran que los animales también pueden aprovecharse de los efectos beneficiosos del cannabinoides. Sin embargo, esta noticia plantea otros muchos interrogantes: ¿Podemos usar productos humanos? ¿Qué productos están disponibles en animales? ¿Son tan útiles? ¿Son seguros? ¿Cuáles son los peligros por un mal uso? ¿Y qué hay de los aspectos legales? Vamos a intentar responder a todas estas preguntas.
¿Cuál es la diferencia entre cannabis, marihuana, cáñamo, CBD y THC?
Ante todo, debemos aclarar ciertas cosas. Lo primero es ser conscientes de qué son exactamente los cannabinoides. Hay que saber que no existe solo una molécula en este tipo de sustancia sino docenas. Y por supuesto, que no todas estas moléculas tienen los mismos efectos, ni mucho menos. A continuación, os detallamos una pequeña descripción de cada tipo de cannabinoides con qué se relaciona.
- Cannabis: Es un género botánico que reúne plantas anuales de la familia 'cannabaceae'. La especie más famosa es la 'cannabis sativa', de la que se produce el hachís y la marihuana. Además de esto, también se conocen a la 'cannabis indica' y la 'cannabis ruderalis', esta última con menores cantidades de THC, el principio psico-activo del cannabis.
- Marihuana: Compuesto para fumar mezclado con hojas y flores secas de cannabis.
- Cáñamo: Es una variedad de plantas cultivadas de la familia 'cannabaceae'.
- THC: Tetrahidro-canabinol, es el cannabinoide más abundante y presente en la planta de cannabis. Esta sustancia es muy particular y es la causante de los efectos en su uso 'recreativo'.
- CBD: Cannabidiol, es un cannabinoide presente en el cannabis que tiene, a priori, menos efectos psicoactivos que el THC, al modular su actividad. Es el compuesto normalmente mencionado en las formas terapéuticas de los cannabinoides.
Es importante comprender que el cerebro produce cannabinoides de forma natural. Muchos fisiólogos no dudan a la hora de considerarlo como un factor hormonal que aún no ha sido suficientemente estudiado. Por lo tanto, las investigaciones apuntan a un enfoque terapéutico de la sustancia. Es un asunto complejo y se equipara al uso de los antiinflamatorios. Quienes defienden su utilización aseguran que, ya que el cuerpo lo produce de forma natural, se puede modular a través de su uso de forma exógena (igual que un medicamento).
Por ello, los investigadores están trabajando en aislar sustancias concretas de la planta que permitan, por ejemplo, lograr un efecto relajante o actuar sobre el dolor, como ocurre con el CBD, sin llegar a tener propiedades sedantes. Esta investigación es complicada de llevar a cabo dado el estrecho marco legislativo que existe en torno a estas moléculas, lo cual explica la lentitud de los estudios.
¿Por qué pueden usarse los cannabinoides en animales?
La investigación actualmente se apoya en una serie de resultados preliminares sobre los efectos de los cannabinoides, especialmente en humanos, pero cuyos resultados también pueden extenderse a animales. Esta investigación parece demostrar una serie de efectos terapéuticos que pueden usarse en la medicina general.
Esto concierne especialmente a todas las enfermedades degenerativas, crónicas, y que pueden causar dolor: enfermedades inflamatorias, ortopedia, neurología y oncología. Muchas de estas disciplinas están muy interesadas en los efectos beneficiosos de estas moléculas. En Francia, por ejemplo, la CDB es legal desde el año 2013 y se ha convertido en una medicina muy utilizada por pacientes con esclerosis múltiple.
A pesar de la ausencia de estudios formales en medicina animal, muchos dueños de mascotas están cada vez más interesados en el CBD para ayudar a controlar el dolor de sus amigos queridos. En una encuesta realizada este 2019 por la red de información veterinaria, una comunidad de profesionales expertos, casi dos tercios de los veterinarios encuestados aseguraron que sus pacientes preguntaron sobre el uso del cannabis al menos una vez al mes.
Animados mayorirariamente por estudios anecdóticos, muchas personas recurren al CBD para ayudar a controlar el dolor, la osteoatritis, las convulsiones y otros problemas de salud que sufren sus mascotas. Quizás por ello ha surgido un número creciente de productos que contienen esta sustancia. Hablamos de resinas, cápsulas y caramelos masticables que han saltado al mercado para satisfacer la demanda de estos consumidores. Por ejemplo, una dosis de 2 miligramos por kilo tomada dos veces al día parece ser óptima a la hora de aliviar el dolor y aumentar la comodidad de un perro que sufre osteoartitis.
No obstante, hay que recordar que existe menos investigación sobre estos usos en animales que en humanos. Los estudios sugieren que el CBD no representa un gran riesgo de adicción y que generalmente causa pocos efectos secundarios, pero no hay que olvidar que siempre existen peligros. Así al menos lo asegura Casara Andre, veterinaria y fundadora de Veterinary Cannabis Education & Consulting, una organización de consulta que sirve de enlace para los dueños de mascotas interesados y los propios veterinarios.
En cualquier caso, nos encontramos todavía en los albores de una exploración científica que aún así ya tiene décadas de estudio a sus espalda. Es un proceso lento, pero nunca deja de avanzar. Ahora estamos en el momento de aislar las sustancias y realizar pruebas de eficacia, seguridad y toxicidad. La indagación está en manos de estos terapeutas, quienes realizan los primeros ensayos clínicos y rastrean los primeros datos. Sin embargo, al estar ante tratamientos denominados 'alternativos', ellos mismos explican que las sustancias utilizadas no es que sean de origen natural, sino que son inofensivas.
¿Qué producto de CBD le puedes dar a un animal?
¿Podrías darle a tu perro un producto de CBD para humanos? La respuesta es no. Aunque la molécula activa, en sí misma, no guarda diferencia en medicamentos humanos en comparación con sus homólogos veterinarios, algunos productos humanos contienen otras sustancias -como el xilitol o el aceite de semilla de uva-, las cuales son tremendamente tóxicas para los animales.
Así pues, ten mucho cuidado y no te dejes llevar por la automedicación sin la aprobación de un veterinario que sepa seguir la evolución del animal. El profesional también te ayudará a determinar la dosis que puedes aplicar. Los productos animales generalmente se dosifican de acuerdo con el peso del animal, pero los productos destinados a consumo humano están diseñados para pesos muy importantes, por lo que es muy difícil 'dividirlos' con precisión cuando el paciente es un perro o un gato, cuyo peso normalmente es mucho menor.
Del mismo modo, debes tener también cuidado con las indicaciones que te sugiere el veterinario. Si el profesional no da prioridad a este camino terapéutico desde el principio, no dudes en descartar este método. Es vital que preguntes todo lo que se te venga a la cabeza y el contexto y la situación en la que podrías usar determinados productos. No lo dudes.
Si respetas todas las condiciones de uso, es muy probable que, efectivamente, estos productos puedan aliviar el dolor de un animal que está sufriendo. Solo entonces surgirá la pregunta definitiva: ¿Debemos legalizar el cannabis para aliviar a los animales?
¿Cuáles son los riesgos de utilizar incorrectamente el CDB?
Aunque el CBD parece causar pocos efectos secundarios, el cannabis puede interactuar con ciertos medicamentos. Por ello, es importante que tanto el veterinario como el dueño estén al tanto de las medicinas que está consumiendo el animal. Al igual que ocurre con otros medicamentos, los cannabinoides son metabolizados por el hígado. La combinación de CBD con otros productos puede aumentar los efectos.
"Estamos viendo que el poder de los productos farmacéuticos aumenta cuando los perros toman CBD. Por lo tanto, a menudo podremos reducir la dosis de algunos de estos productos farmacéuticos", señalan los investigadores. "Por ejemplo, el CBD a menudo potencia los efectos de los medicamentos antiepilépticos, razón por la cual, cuando combinamos estos medicamentos con el cannabis, obtenemos un mejor control".
Sin embargo, esta ventaja también puede convertirse en un peligro por un uso incorrecto: si el animal ya está recibiendo tratamiento, la adición de un tratamiento a base de cannabinoides implica revisar las interacciones con estos diferentes medicamentos, y esto solo puede hacerse a través de un profesional.
Además, suele ocurrir que los cannabinoides se degradan rápidamente. Los medicamentos deben almacenarse a temperatura ambiente, lejos de una luz brillante o del sol. De hecho, el calor y el frío extremo pueden modificar drásticamente la composición química de los medicamentos: si el aceite ha cambiado de color, es probable que esté desactualizado y que deba desecharse.
Legislación en torno a los cannabinoides
A nivel europeo, el cultivo de cáñamo se permite bajo ciertas limitaciones, particularmente en términos de contenido de THC y explotación comercial de la planta. En España, el cultivo de cannabis, con independencia de su porcentaje en THC, destinado a la producción de flores para extracción de cualquier cannabinoide, está sujeta a la previa autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
La AEMPS ha concedido autorización a cinco empresas en España para el cultivo de cannabis con fines de investigación, y una sola autorización para la producción de derivados de extracciones de cannabis. El cannabis medicinal aún no está regulado en España, por lo que el cultivo de cannabis o la producción de derivados para su comercialización solo se permite en caso de exportación a una empresa debidamente autorizada en su país de origen.
En algunos países las plantas son consideradas como suplementos alimenticios, y en países como Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia y el Reino Unido hay una regulación sobre el uso del cannabis como alimento.
No obstante, la legislación en torno al cannabinoides aún está en desarrollo y es probable que cambie significativamente en los próximos años con el establecimiento de un marco para el uso en medicina humana. En este sentido, es más que probable que la legislación siga esta misma hoja de ruta a nivel veterinario.
Por el momento, el uso de cannabinoides por los veterinarios sigue siendo anecdótico en Francia, y hay pocos medicamentos a los que poder acceder, que necesariamente deben ordenarse en los países donde se producen. Desde Wamiz te animamos a que hables con tu veterinario para que te informe sobre las posibilidades recientes que ofrecen estas nuevas medicinas curativas y si realmente es posible su uso.