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gato en bicicleta

Acostumbrar a tu gato desde pequeño es una de las claves

© Shutterstock

Los mejores consejos para ir con tu gato en bicicleta

Por Vanessa Parapar Periodista

Actualizado el

Ir con un gato en bicicleta no suena como lo más sencillo. ¿Se puede? ¿Cómo logarlo?

Si estás acostumbrado a moverte en bicicleta, quizá en más de una ocasión has pensado en llevar a tu gato contigo.

No decimos que sea imposible, pero en definitiva, ir con gatos en bici presenta ciertos riesgos.

En Wamiz te damos los mejores consejos para ir con tu gato en bicicleta de la mejor manera posible y sin escatimar en su seguridad ni en la tuya. 

¿Es posible transportar gatos en bici?

Llevar a un gato en bicicleta suena como misión imposible, pero se puede.

En vídeo:
Sí, es posible llevar gatos en bici.

Este medio de transporte puede ser seguro si se toman las precauciones adecuadas, como elegir un transportín adecuado, elegir rutas tranquilas, evitar el tráfico y mantener una velocidad moderada.

Sin embargo, aunque algunos gatos pueden adaptarse al transporte en bicicleta, no todos disfrutan de esta experiencia y es fundamental monitorear su bienestar durante el trayecto.

Si el gato muestra signos de incomodidad o miedo, es mejor buscar un medio de transporte más cómodo.

Consejos para viajar con tu gato en bicicleta

1. Acostumbrar al gato desde pequeño

Cuando un gato es bebé se encuentra en una fase de máxima recepción, en la que absorbe perfectamente nuevas rutinas y hábitos.

Por eso, lo mejor es que le saques habitualmente al exterior para que se acostumbre a los ruidos y olores de la calle.

De esta manera lo normalizará todo y será mucho más cómodo para los dos el momento de subirse a la bicicleta sin miedo alguno. 

gatos bebes bicicleta
Llevar gatos en bici suena complicado, pero es posible. © Shutterstock

2. Habituar al gato a la calle

No te recomendamos que subas a tu felino directamente a la bicicleta. Antes de eso debes salir con él a pasear para que se acostumbre a la calle. 

Si no le gusta hacerlo atado a una correa y no se siente seguro, puedes meterlo en su transportín.

El objetivo es que el animal lo normalice todo.

Si es cachorro y haces esto durante un par de semanas, será tiempo más que suficiente para que lo consiga.

En el caso de que se trate de un animal adulto, el proceso es el mismo, aunque es muy probable que los plazos se incrementen de forma considerable.

gato bicicleta casa
© Shutterstock

3. Utiliza un transportín adecuado

Existe gran variedad de transportines para gatos en el mercado y algunos podrían ser útiles para ir con tu felino en bicicleta.

En este sentido, conviene que tengas en cuenta los rasgos físicos y psicológicos de tu gato para adquirir el que mejor se adapte a sus necesidades. 

Los gatos son animales impredecibles, por lo que es muy riesgoso llevar gatos en bici sin protección.

Puedes optar por transportines para la parte trasera, para la parte delantera o para colgar en la zona de las alforjas, en los laterales. CUalquier opción de estas es buena mientras sea un transportín protegido.

Por último, también está la opción de incorporar un carrito a tu bicicleta para tirar de él. Sin duda, esta es la opción más segura, pero también la más cara.

El precio ronda los 120€, mientras que las otras opciones puedes encontrarlas por precios que van de los 20 a los 40 euros.

La elección es tuya, pero antes de tomarla valora cómo es tu gato, qué tanto necesitas transportarlo en bicicleta y qué es lo más seguro para ambos.
gatos en bici
Un gato en bicicleta requiere un transportín adecuado. © Shutterstock

4. Habituar al gato a la bicicleta

Si acostumbras a guardar la bici en tu casa, no habrá ningún problema, pues el animal conocerá perfectamente su aspecto y su olor y no será un objeto extraño para él.

Sin embargo, si normalmente guardas la bici en un trastero o en un patio, lo mejor será que las semanas previas metas la bici a tu casa para que el gato vaya conociéndola y el momento de llevar al gato en bicicleta no sea un trauma para todos.

Intenta que se acerque a ella ofreciéndole juegos en ese entorno o poniéndola cerca de su lugar de comida. De esta manera terminará acercándose.

gato sentado cesto bicicleta
Hay que animar al gato a acercarse a la bicicleta. © Shutterstock

5. Precauciones durante el trayecto

Lo mejor es comenzar con trayectos cortos. Se puede aumentar gradualmente la duración y complejidad del trayecto, conforme el gato se vaya habituando.

Naturalmente, el conductor de la bici debe llevar casco y tener un control total sobre la bicicleta. Es importante para la seguridad tanto del humano como del gato.

Se deben preferir las rutas tranquilas, alejadas del tráfico pesado y con poco riesgo de accidentes.

Las calles con baches o superficies irregulares pueden hacer que el recorrido sea incómodo o hasta peligroso para el gato.

También es importante mantener una velocidad moderada para que el gato no se sienta asustado o incómodo. Hay que evitar los movimientos bruscos o los cambios rápidos de dirección.

Durante el trayecto, hay que revisar con frecuencia cómo se siente el gato dentro del transportín. Si parece muy estresado o incómodo, es mejor buscar otra alternativa de transporte.

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