Si te planteas esta duda con la leche humana, seguramente haya llegado un minino bebé a casa. ¿Se le puede dar leche a los gatos pequeños? Aunque esa imagen con el biberón pueda ser muy idílica, debes tener un cuenta una serie de cosas.
¿Leche humana para gatos?
Hoy en día intentamos aprovecharlo todo en el mundo de las mascotas. Hay quienes usan el propio pelo del bigotudo para hacerle complementos, o usan las sobras de comida humana como premio. Sin embargo, hay cosas que surgen en determinados momentos de la vida y hay que planteárselas.
Si una madre está en período lactante con un bebé, y en ese momento la familia decide tener un gatito para que crezcan juntos, lo más lógico será pensar en ahorrar en recursos e intentar aprovechar cuando sobre algo de leche del bebé para dársela al gatito (que por otra parte consumirá leche poco natural, es decir: en polvo, si no está su madre presente).
No es tan sencillo
Dado el caso que alguien se dejase llevar excesivamente por el instinto maternal que nos despiertan estos peludos cuando son pequeñitos, tendremos que tomar en serio la posibilidad de que a alguien se le ocurra que podría amamantar a un gatito recién nacido que necesite leche.
Está mal en muchos sentidos
No ocurre nada mágico si una mujer da de mamar leche humana para gatos, la vida no es un lugar de fantasía donde todos se quieren y nadie se hace daño.
Una mujer no debería de dar de mamar a un gatito, ni aunque necesite leche. Nunca. Para empezar, los gatitos tienen el instinto de amasar la teta de su madre mientras chupan el pezón, lo cual nos dolería muchísimo. En segundo lugar, la lengua de un gato es rasposa, por lo que nos dejaría en carne viva. Y por último, la leche humana no es adecuada.
Y la leche para bebés humanos, ¿sirve?
Y tampoco valen las leches en polvo para bebés humanos. Este tipo de leches tienen un alto contenido de lactosa para ser más consistentes (y emular la leche materna), un contenido que los gatitos no pueden digerir correctamente. Todo lo que conseguirás es que tu gatito acabe con una diarrea bastante severa para su desarrollo normal.
En esta etapa tan crítica de la vida no deberíamos hacer experimentos (en realidad, en ninguna), por lo que deberíamos de ir a por lo seguro.
La leche de un animal que no es el de su misma especie nunca será 100% apropiada y, aunque no supiéramos todas las propiedades de cada leche, deberíamos pensar con lógica que cada especie de ser vivo puede tener (y tiene) unas necesidades distintas de nutrientes cuando son bebés.
La leche humana no es suficientemente fuerte para los gatitos. Esto sucede porque nosotros estamos diseñados para dar de comer a nuestros bebé muchas más veces durante el día que las gatas. Las gatas no llevan encima suyo al bebé todo el día, sino que aparecen y desaparecen y los gatitos van dando vueltas alrededor.
Necesidades nutricionales entre humanos y gatitos
Por eso mismo, la leche de gata tiene una serie de cualidades (más grasa y proteínas concentradas) que hacen que dure mucho más en el organismo del gatito. Para que el gatito necesite comer menos veces al día y así la gata pueda dejar a los bebés en el nido e irse a cazar alguna presa sin preocuparse por tener a sus pequeños pegados a ella implorando por más leche.
La leche de gata además aporta nutrientes esenciales para su desarrollo como la taurina: mejora la visión, normaliza la digestión, mantiene saludable el corazón y mejora el sistema inmunológico. La taurina disminuye rápidamente en los gatitos, por lo que necesitarán reponerla rápidamente.
Si tu gato no tiene madre no te preocupes: compra sobres de leche preparada o en polvo para dársela a tu gatito. Pero asegúrate de utilizar leche que sea recomendada y revisada por veterinarios. No le des cualquier cosa que pueda afectar a su salud durante esta etapa tan sensible.
¿Y en la etapa adulta?
Te preguntarás si un gato adulto podría aprovechar esa leche extra que te puede haber sobrado.
En realidad, es muy común ver que damos leche de vaca a nuestros gatetes más mayorcitos. Nos hace pensar en cuando eran unos bebés y nos enternece. De hecho parece que les encanta beberla. Algunos se vuelven locos al verla.
Pero muchos estudios recientes han demostrado que la leche no es buena para ellos. Ya que la mayoría de los gatos tienen alguna intolerancia o alergia relacionada con la leche. Esto, obviamente, genera problemas digestivos que se pueden traducir en diarreas, úlceras o la aparición de problemas más graves si la leche se da de forma muy asidua.
Aún y así, si tu gato parece reaccionar bien a la leche intenta dársela de forma casual. Incluso como un premio.