Existen múltiples causas por las cuales un gato no va a querer comerse su comida. Se resumen en dos: no come si está enfermo o si no le es grato al paladar.
¿Por qué tu gato no come su comida?
Los gatos son muy exigentes a la hora de comer. Generalmente, no están acostumbrados a probar nuevos alimentos o ingredientes. Esta puede ser una de las razones por las que tu gato no esté comiendo sus croquetas o comida.
Cambio de alimento
Los gatos son carnívoros muy estrictos, suelen rechazar los alimentos que no sean cárnicos y están acostumbrados a comer proteína animal. Si has realizado algún cambio en la dieta de tu gato, quizá necesite un período de adaptación a su nueva comida.
Si has realizado una modificación en la marca de croquetas o concentrado que generalmente come, el cambio no debe ser de golpe, sino progresivo: debes ir mezclando la vieja comida con la nueva.
El lugar del plato de la comida
También, debes tener en cuenta que si el plato de comida está colocado en un lugar raro para ellos (cerca del arenero o de la lavadora), puede que tu gato rechace su comida. Verifica y descarta que el problema no esté relacionado con este factor.
Estrés
También es posible que el gato esté sufriendo de estrés. En situaciones de ansiedad, el apetito del gato se reduce y su salud puede verse afectada. Es posible también que deje de tomar agua.
Intoxicación o envenenamiento
Otra razón podría ser alguna intoxicación o envenenamiento. Quizá comió algo en mal estado o algo que no puede digerir, como plantas de la casa, por ejemplo. En este caso, lo importante es consultar con un veterinario para que pueda hacer un diagnóstico correcto.
Anorexia y otras enfermedades
La apatía para comer puede ser síntoma de múltiples enfermedades en tu gato, ya sean relacionadas con el aparato digestivo u otros órganos. La anorexia podría ser un ejemplo. También, es muy común que tu gato tenga bolas de pelo paradas en el estómago, lo que hace que pierda el apetito.
¿Qué hacer si tu gato no quiere comerse el pienso?
"Lo primero que hay que hacer es revisar si es por la palatabilidad. Se tiene que dar un alimento húmedo o seco al gato que se aproxime más a su gusto. Si no lo recibe, llevarlo al veterinario porque posiblemente esa falta de apetito tenga algún origen médico, que puede ir desde problemas en la boca hasta procesos virales, parasitarios o daños renales", explica el experto Francisco González, médico veterinario en la clínica colombiana Silveragro Mascotas.
A veces, la razón por la cual el gato no quiere comer concentrado se debe a que simplemente no le gusta. Esto sucede con frecuencia cuando hay un cambio de marca o tipo de concentrado y el nuevo no le resulta rico.
A veces, el gato tendrá que cambiar de comida por motivos de salud. Otro caso es cuando se vuelve adulto. Y también tras su esterilización, que es cuando debe consumir un concentrado apropiado.
Lo que puedes hacer para que tu gato coma su alimento es disfrazar el concentrado con un aroma al que no se pueda resistir.
Para ello:
- Solo hay que batir una loncha de jamón de York o un pedacito de pollo asado o frito, mezclándolo con un poco de agua y unas gotas de aceite de girasol.
- Vierte la emulsión resultante sobre el concentrado y reboza a fondo todo el concentrado para que se impregne bien del aroma irresistible.
Normalmente, este truco funciona bien. Poco a poco, deberás disminuir la cantidad de aroma hasta que el gato se adapte al nuevo concentrado.
Otra cosa que puedes hacer es servirle la comida tibia, como si fuera una presa recién cazada. Cuando un gato no quiere comer, hay que llevar a cabo estrategias como ofrecer alimentos más bien tibios en vez de fríos.
También, puedes poner diferentes puestos de comida con pequeñas cantidades en distintos lugares de la casa. Es posible que a tu gato no le guste la ubicación de su comedero habitual.